París, 31 may (EFE).- El británico Jack Draper, número 5 del mundo, frenó en seco la progresión en Roland Garros del brasileño Joao Fonseca, de 18 años, a quien se impuso con autoridad este sábado en tercera ronda por 6-2, 6-4 y 6-2 en una hora y 46 minutos.
El rival en octavos del inglés saldrá del ganador del duelo entre el kazajo Alexander Bublik y el portugués Henrique Rocha.
En la pista Suzanne Lenglen, la segunda con más capacidad del torneo, y con un calor sofocante, el prodigio brasileño (65º del mundo) salió escaldado ante un Draper (23 años) más maduro tácticamente y mucho más curtido en partidos del Grand Slam.
A pesar del contratiempo, Fonseca, que había suscitado esperanzas a buena parte de Brasil y que se había ganado a pulso ser una de las atracciones de este Roland Garros, termina el segundo grande en el que participa en una tercera ronda que le sitúa en la historia del torneo. En este siglo XXI, ha sido el cuarto más joven en llegar tan alto.
Fue un baño de realidad para la gran esperanza del tenis brasileño, huérfano desde que hace más de dos décadas Gustavo Kuerten (triple vencedor de Roland Garros) dejase de brillar en las pistas.
Fonseca, el chaval del privilegiado barrio de Ipanema de Rio de Janeiro, chocó, por segunda vez esta temporada, ante un muro llamado Draper. Si en el Indian Wells el británico castigó al sudamericano con un 6-4 y 6-0, esta vez lo volvió a superar con mucha claridad.
El carioca, que causó admiración el pasado febrero al ganar un torneo ATP, el de Buenos Aires, con 18 años, y que había apeado a un top 10, Andrey Rublev, en la primera ronda del Abierto de Asutralia, no cumplió con las expectativas, después de haber vencido sin perder un set a Hubert Hurkacz en primera ronda y a Pierre-Hugues Herbert en la segunda.
El demoledor golpe de derecha del brasileño brilló por su ausencia ante un Draper contundente con su saque e inteligente tácticamente. Buscó el revés de Fonseca, al que le castigó, además, con varias dejadas.
Un primer set en el que el tenista sudamericano no halló una rendija (6-2) dio paso a un segundo en el que tuvo un haz de esperanza. Con 4-5 abajo, Fonseca no convirtió dos bolas de ‘break’, en un momento en el que el servicio de Draper titubeaba.
Ese juego marcó el principio del fin para el de Río de Janeiro, que, a pesar de contar con el apoyo de los 10.000 espectadores -incluidos los franceses-, no encontró los recursos necesarios. Al menos en esta calurosa tarde de mayo.
Al final del encuentro, Draper lo resumió así: “Yo he jugado más partidos de ‘Grand Slam’, pero él (Fonseca) tiene un futuro prometedor”.