Oviedo, 23 jun (EFE).- Peter Dubovsky, del que este lunes se cumplen 25 años de su fallecimiento, «sigue jugando en la memoria azul» de un club y una afición que no olvidan y le recuerdan como «leyenda», uno de los jugadores más talentosos que vistió su camiseta, esa que con el nombre del eslovaco a la espalda tantos aficionados lucen estos días para celebrar el retorno a Primera División.
El nuevo paseo Peter Dubovský, ubicado en los aledaños del Carlos Tartiere, une el estadio azul con la plaza de Italia del parque del Oeste, mientras que una placa conmemorativa recuerda para siempre el legado del mediapunta, quien murió como consecuencia de las graves lesiones que sufrió por una caída cuando, en vacaciones, visitaba las cataratas de la isla de Ko Samui, en Tailandia.
Con motivo del cuarto de siglo de su muerte, Dubovsky (Bratislava 1972-Tailandia 2000) recibió un homenaje más en el Tartiere en los prolegómenos del partido ante el Zaragoza el pasado mes de mayo, en la que participaron representantes del Real Oviedo, la Asociación de Veteranos, la Federación Eslovaca, la Selección de Veteranos de Eslovaquia y varios excompañeros del jugador en su etapa como profesional, como José Emilio Amavisca, quien compartió vestuario con Dubovsky en el Real Madrid.
La entidad asturiana enfatiza en la página oficial del club lo que significó su figura para la historia del Real Oviedo: «Un jugador diferente, especial, dotado de una calidad única, que enamoró a la afición con su juego y su humildad».
También, señala que «Peter maravilló con su talento, dejando una huella imborrable entre los oviedistas».
Tras militar en el Brastislava y el Real Madrid, el internacional eslovaco llegó al Oviedo, donde en la temporada 1996-1997 jugó a las órdenes de Juan Manuel Lillo, el técnico que, al conocer su fallecimiento, afirmó que Dubovsky había sido uno de los «mejores futbolistas» a los que había dirigido en su carrera profesional.
