Chilpancingo (México), 07 oct (EFE).- El cuerpo del sacerdote mexicano Bertoldo Pantaleón Estrada, encontrado asesinado este lunes en el estado de Guerrero, fue despedido este martes en la Parroquia de San Cristobal, en donde ofició los últimos ocho años, con una misa de cuerpo presente ante miles de feligreses y en medio de desconcierto y el duelo.

En esa iglesia ubicada en la comunidad de Mezcala, a 50 kilómetros al norte de la capital del estado, se congregaron miembros de la Iglesia Católica y fieles de distintos pueblos de la región, quienes pasaron a despedirlo al ataúd rodeado de flores blancas y que contaban con su túnica y la biblia que utilizaba.
La celebración estuvo a cargo del obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, quien ofició el sermón de despedida para el párroco, en el que resaltó que estaba dedicado a su labor pastoral.
Posteriormente, luego de rezos y coros el féretro dejó la parroquia para ser trasladado a su tierra natal en Changata, municipio de Ajuchitlán del Progreso en la Tierra Caliente del estado,
En declaraciones a medios, el obispo indicó que no había denuncias de amenazas o quejas de parte de Pantaleón Estrada, a la vez que destacó no conocen al chófer o acompañante que es señalado como presunto responsable, de acuerdo con el secretario de Seguridad del gobierno de México, Omar García Harfuch.
De Jesús subrayó la sorpresa y el duelo en los que están ahora la Iglesia y los familiares, e indicó que la investigación está en manos de los peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero y esperan que le den continuidad al caso.
El prelado admitió que hay casos en los que sería conveniente poner vigilancia a algunos sacerdotes, sin embargo, reiteró su postura a favor de un diálogo y una tregua con los grupos delictivos.
“Hace falta ahí trabajar, hace movernos en esas estructuras también y es disponer las agendas, disponernos con los lideres que estamos interesados que haya paz”, subrayó.
Esta no es la primera vez que en Guerrero, uno de los estados con la tasas de homicidios más altas en el país, ocurren crímenes en contra de los miembros de la Iglesia católica.
Ante la ola de violencia que azota al país, la Iglesia mexicana ha desempeñado un papel protagonista en el planteamiento de acuerdos para promover la paz en varias localidades de México, un posicionamiento que ha puesto en riesgo la seguridad de los integrantes del clero.