Madrid, 25 sep (EFE).- El consejo de administración de la ingeniería asturiana Duro Felguera aprobó este lunes el plan de reestructuración de la compañía para evitar el concurso de acreedores, ha comunicado este jueves la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Según Duro Felguera, la empresa ha alcanzado un principio de acuerdo con el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE), gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y con los accionistas de control, con los que venía negociando este plan para dar viabilidad a la empresa, cuya efectividad está pendiente de las autorizaciones correspondientes.
El plan de reestructuración y el principio de acuerdo con los acreedores serán ahora remitidos al Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón, que debe validar el acuerdo y homologarlo.
La empresa había encadenado tres prórrogas del preconcurso de acreedores, aunque el plazo acababa el próximo martes 30.
De hecho, el juzgado ya había avanzado que no se concederían nuevas prórrogas.
La compañía ha asegurado a la CNMV que continúa desarrollando todas las actuaciones necesarias con los acreedores y demás partes afectadas «para el buen fin de la operación y la viabilidad de la compañía», además de añadir que informará «debidamente» al mercado.
Este jueves, la acción de Duro Felguera había logrado precisamente la mayor subida de la bolsa española, el 20,53 %, ante la información de El Economista, que apuntaba a que la compañía ultimaba un acuerdo con la SEPI y con la banca para evitar el concurso de acreedores.
Como parte del plan de reestructuración, Duro Felguera y la mayoría sindical firmaron el pasado 11 de agosto el acuerdo definitivo del expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción que afectará a 180 trabajadores, sobre una plantilla total de 1.400.
Dentro de este plan, Duro Felguera también ultima la venta de su sede central, situada en el Parque Científico Tecnológico de Gijón, y se plantea trasladarse a la localidad de La Felguera, en el concejo asturiano de Langreo, donde fue constituida en el año 1858, según confirmaron a EFE fuentes conocedoras de la operación.
La ingeniería presentó recientemente a los representantes sindicales las principales líneas de su plan de viabilidad, que pasaba por la aportación de más capital por parte de sus principales accionistas -los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil-, por la concesión de nuevos avales por parte de la banca acreedora y por otras posibles desinversiones.