Madrid, 16 sep (EFE).- Claudia Romero es el alma creativa de E.R.A.X, una firma innovadora que quiere redefinir la moda a través de la artesanía y la tecnología y que en su última propuesta pone su mirada en la salud mental con prendas a las que traslada la artesanía y la confección en talleres de proximidad.

La colección que ha presentado este martes en el Palacio de Santa Bárbara (Madrid) parte de la lectura de los libros del guionista y cómico Ángel Martín, ‘Si vuelven las voces’ o ‘Detrás del ruido’, escritos tras el brote psicótico que le obligó a alejarse de la actividad profesional.
Surge del impacto que causó en la diseñadora la reacción social ante los problemas de salud mental. Una sensación de rechazo, con la que ella misma se ha sentido identificada y que quiere evitar.
«La sensación que él cuenta de sentirse enclaustrado la he querido transmitir al crear una silueta comprimida con cinturones», señala la diseñadora que también la traslada a amplios pantalones anudados a los tobillos y a blusas y cazadoras enlazadas a las muñecas.
Prendas con transparencias y el color blanco como protagonista, «ese blanco clínico que tanto nos recuerda a un hospital»; aunque las prendas también aparecen tintadas con una paleta de azules y marrones, en una colección en la que el punto (muy fino), el popelín o las gabardinas han tenido protagonismo y en la que incluye por primera vez productos de piel de vacuno.
«La moda es un medio de expresión completo; un día puedo aparecer con un pantalón pirata y otro con un vaquero y una camiseta blanca. Con ella intentamos contar nuestra historia personal», señala Romero.
Con una producción realizada en pequeños talleres de Valencia, Romero detalla que tras el boom de ‘fast fashion’, que retiró la apuesta más artística del escenario, «estamos en un punto de retorno, de volver a lo artesanal, a lo hecho a mano», así como a la segunda mano y a archivos vintage, volviendo a dar así «la expresión que merece la artesanía, que es lo que busco y es lo que veo que los entornos cercanos».
La búsqueda de un pensamiento crítico en la sociedad ha dirigido siempre la confección de Claudia Romero, una mirada que también comparte con algunas de las jóvenes más populares de la generación Z como es el caso de Tana Rivera, con la que colaboró en su última colección, ‘Herencia’, o Victoria de Marichalar.
Asegura que sus prendas no solo están dirigidas a una clientela joven, reivindica que «llegan a un público muy versátil» y detalla que los jóvenes se elimina la idea ‘casposa’ del hecho a medida y se añade mucha tecnología en 3D con el avatar de la clienta para que mayores y jóvenes vean la propuesta antes de la confección».