Quito, 7 may (EFE).- Un corredor ecológico entre las reservas naturales Cuyabeno-Yasuní, en el noreste de Ecuador, apunta a conectar más de 300.000 hectáreas de selva amazónica entre estas dos grandes áreas protegidas, con el objetivo de proteger la biodiversidad y promover el desarrollo sostenible de comunidades indígenas.
El proyecto, presentado este miércoles, unirá la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno y el Parque Nacional Yasuní, con el fin de garantizar la migración y supervivencia de diversas especies, al tiempo que integra a las comunidades locales en la gestión de sus recursos naturales, mediante un enfoque de conservación participativa.
Entre sus ejes estratégicos, el corredor promueve la conservación de la biodiversidad, el desarrollo de actividades económicas sostenibles como el ecoturismo, la producción agropecuaria sustentable y el fortalecimiento de capacidades comunitarias en temas ambientales y productivos.
Además, se impulsa un modelo de gobernanza inclusivo que reconoce a las comunidades indígenas como actores clave en la toma de decisiones, respetando sus saberes ancestrales y su rol como guardianes del territorio.
“La importancia del corredor no está solo en conectar especies o ecosistemas, sino en unir esfuerzos de gestión territorial, sostenibilidad productiva y cultura viva”, explicó a EFE la subsecretaria de Patrimonio Natural del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador, Glenda Ortega.
El proyecto fue impulsado por gobiernos locales y ha sido reconocido por el Gobierno nacional como un ejemplo de responsabilidad en la planificación territorial.
“El mérito es de las prefecturas (provinciales) y comunidades que han asumido la conservación como parte de su desarrollo. El corredor reconoce sus esfuerzos, fortalece su trabajo y abre oportunidades de asistencia técnica y recursos”, añadió la representante del Ministerio.
Organizaciones aliadas como el Fondo mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) también participaron en la implementación del corredor, al brindar apoyo técnico y articular la colaboración interinstitucional entre el Gobierno central, las prefecturas, comunidades indígenas, la academia y la cooperación internacional.
Turismo comunitario y producción sostenible

La riqueza biológica de la Amazonía ecuatoriana convierte a la región en un destino clave para visitantes interesados en naturaleza y cultura, por lo que uno de los pilares del corredor es el fortalecimiento del turismo comunitario.
En este sentido, Ortega destacó el Corredor Ecológico Anzu–Fátima–Napo (AFNAT), como una demostración de que la declaratoria de corredores puede dinamizar las economías locales a través de rutas de emprendimientos sostenibles.
“El turismo no se ve afectado por la conservación, se ve fortalecido. El corredor crea una red de oportunidades para mostrar la biodiversidad del país y generar ingresos sin dañar el entorno”, destacó la funcionaria.
Rol de los pueblos indígenas
Además la subsecretaria de Patrimonio Natural aseguró que desde el Ministerio ecuatoriano se reconoce el papel de las comunidades indígenas como protectoras del entorno y confirmó que cualquier iniciativa en sus territorios se coordina previamente con sus representantes.
“Para nosotros siempre los principales actores son pueblos, nacionalidades y comunidades indígenas. Porque en la región amazónica es la región donde tenemos el mayor porcentaje de bosque bajo conservación”, manifestó Ortega.
Desafíos ante las actividades extractivas
En cuanto a las explotaciones petroleras existentes en la actualidad, en zonas como Cuyabeno y Yasuní, Ortega explicó que se trata de una situación “coexistente” con los trabajos de restauración que promociona y lleva a cabo el Estado ecuatoriano.
“Como ecuatorianos, sabemos que dependemos de esa actividad (extractivismo), ya ha estado durante varios años, pero prevalece sobre todo la conservación de una de nuestras principales áreas protegidas, que es el Parque Nacional Yasuní, el área protegida más grande incluso del (área de) continente (de Ecuador)”, aseveró Ortega.