Quito, 30 abr (EFE).- Ecuador cuenta con dos nuevos Geoparques Mundiales reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en torno a los volcanes Tungurahua y Sumaco, cuyos certificados fueron entregados este miércoles en una ceremonia en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Con las dos nuevas designaciones del Geoparque Volcán Tungurahua y el Geoparque Napo Sumaco, Ecuador suma tres Geoparques Mundiales de la Unesco tras haber recibido anteriormente esta catalogación para la también volcánica provincia andina de Imbabura, en el norte de los Andes ecuatorianos.
El Tungurahua es un volcán que se eleva hasta los 5.023 metros de altitud sobre el nivel del mar en las estribaciones orientales de los Andes y que da nombre a la provincia ecuatoriana donde se encuentra.
Su geoparque abarca 2.397 kilómetros cuadrados, en los que se hallan diversas áreas protegidas como el Parque Nacional Llanganates y el Parque Nacional Sangay.
Más al norte, el Geoparque Napo Sumaco cuenta con una extensión aproximada de 1.800 kilómetros cuadrados, en la vertiente oriental de la cordillera andina en la que comienza la región amazónica, y cubre aproximadamente el 12 % de la provincia de Napo.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Dávalos, señaló que estas declaraciones constituyen “un reconocimiento internacional a los valores del patrimonio geológico de estas zonas, en las que interactúan las poblaciones que las habitan con la biodiversidad, para generar una cultura de desarrollo sostenible digna de emular”.
En la actualidad existen 213 geoparques categorizados por la Unesco en el mundo, distribuidos en 48 países.
Estos espacios son áreas geográficas únicas y unificadas en las que se gestionan sitios y paisajes de importancia geológica internacional a través una mirada que abarca protección, educación y desarrollo sostenible, cuyo enfoque involucra activamente a las comunidades locales.
Las cuatro características fundamentales que un sitio debe contar para aspirar a la designación de Geoparques Mundiales son contar con un patrimonio geológico de valor internacional y desarrollar mecanismos de gestión sustentable de los recursos con activa participación de la comunidad.
Asimismo, se requiere visibilidad y promoción del desarrollo económico local sostenible, además de sistemas de cooperación tanto en el ámbito local como con diversas regiones y socios nacionales.