Eddy Merckx: «Lamine Yamal me impresiona, lo que hace con 17 años es increíble»

Foto de archivo del excorredor belga Eddy Merckx, que celebra este 17 de junio su octogésimo cumpleaños. EFE/Luis Tejido

Bruselas, 17 jun (EFE).- El belga Eddy Merckx, el ciclista más laureado de todos los tiempos, es también un gran aficionado al fútbol y no oculta que es hincha del Anderlecht.

Pero, fuera de Bélgica y del Anderlecht, el «caníbal» se decanta por el Barcelona y confiesa su absoluta admiración por el delantero español Lamine Yamal, para quien sólo tiene elogios en forma de «superlativos».

«Está el Barça, que es campeón en España y es mi segundo club del corazón. Allí, Lamine Yamal me impresiona. Lo que hace con 17 años es increíble. Solo se pueden usar superlativos para describir a un jugador así», dijo Merckx en una entrevista difundida en la RTBF coincidiendo con su 80º cumpleaños.

El «ogro de Tervuren» mantiene un ojo atento al ciclismo, pero el otro lo dirige hacia el fútbol, ya que es habitual que siga los partidos del Anderlecht en las gradas del estadio, junto a su amigo y exfutbolista Paul Van Himst, e incluso llegó a jugar como veterano en el club bruselense tras dejar la bicicleta profesionalmente (1965-1979).

Han pasado más de cuatro décadas de aquello, y Merckx ya no tiene la condición física para emprender aventuras deportivas, especialmente desde que el año pasado se cayera montando en bici y se rompiera la cadera, incidente por el que tuvo que someterse a varias cirugías. Pero se lo toma con humor.

«Cada vez mejor. No estaré listo para el Tour de Francia, pero quizás sí para el de Lombardía», bromea el cinco veces campeón del Tour de Francia(1969, 1970, 1971, 1972 y 1974), otras cinco del Giro de Italia (1968, 1970, 1972, 1973 y 1974) y una vez la Vuelta a España (1973), además de haber coleccionado tres campeonatos del mundo en ruta (1967, 1971 y 1974) y un sinfín de récords y trofeos.

Merckx ha vuelto a subirse a la bicicleta tras el percance, pero por ahora sólo para trayectos cortos.

«Cuando has estado parado más de seis meses, no es fácil retomar. Las primeras veces se siente raro. Siempre se piensa en esa caída», comentó la gran leyenda viva del deporte belga.

Repasando su carrera, recordó que el apodo de «El caníbal» se lo puso la hija de su compañero del equipo Peugeot Christian Raymond. Este le había dicho a su hija que Merckx no les dejaba ganar y ella contestó: «Es un caníbal».

Durante sus años en activo, el sobrenombre no adquirió popularidad, y sólo Christian Raymond le llamaba «Canni», pero con el paso de los años ese alias ha quedado adherido a su figura como deportista.

El octogenario Merckx es también consciente de lo mucho que ha cambiado el ciclismo desde que dejó de estar abonado al maillot amarillo, también en la esfera de la comunicación, lo que supone una presión adicional para los deportistas.

«Sin ninguna duda. Y no sólo por las redes sociales. ¡Miren la cantidad de periodistas presentes en el Tour de Francia! Es muchísima gente. Cuando eres un principiante, puede impresionarte», comentó en otra entrevista difundida por el diario L’Avenir.

«Los jóvenes crecen con las redes sociales, no lo ven como un problema. Pero no es lo mío», prosigue «El caníbal».

En sus tiempos, recuerda, incluso recibía a periodistas en la habitación del hotel para dar entrevistas, y eso que nunca le gustaron demasiado las cámaras y la prensa.

«Hoy en día, eso es inconcebible. Todo pasa por un servicio de prensa o por los representantes que gestionan la comunicación de los deportistas. Saben, siempre me ha parecido normal responder a las solicitudes de los periodistas. Formaba parte de mi trabajo. Pero, pensándolo bien, creo que ese contacto directo, esa disponibilidad de la que tanto se habla, está en mi naturaleza», resumió.

Merckx también ha notado otras evoluciones en el deporte que marcó y le dejó marcado, como el avance del ciclismo femenino.

«La evolución es muy rápida y fenomenal. Todo ha mejorado bastante rápido: el nivel de las corredoras, su profesionalismo, las estructuras para las que corren. Honestamente, hay mucho nivel», comentó.