La Paz, 17 may (EFE).- Criticado por la oposición y por el expresidente y exlíder del oficialismo de Bolivia Evo Morales, el abogado Eduardo del Castillo, de 36 años, quien hasta el viernes fue el ministro de Gobierno (Interior) de Luis Arce, es la apuesta del partido gubernamental para las elecciones generales.
Tres días después de la declinación del presidente Arce a buscar la reelección en los comicios del 17 de agosto, el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) sorprendió con el anuncio a última hora de que Del Castillo será su candidato a la Presidencia, acompañado por el dirigente campesino Milán Berna.
Del Castillo nació en 1988 en la región oriental de Santa Cruz, la más poblada y considerada el motor económico de Bolivia, además de ser uno de los principales bastiones de la oposición ante una hegemonía casi nacional que tuvo el MAS en los últimos años.
Estudió Derecho en la estatal Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), hizo un máster en Derecho Tributario y Financiero por la Escuela Superior de Leyes y actualmente cursa un doctorado en Derecho Constitucional por la también estatal Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
Uno de sus puestos más relevantes en la función pública antes de ser ministro fue su desempeño como oficial mayor de la Cámara de Senadores en la legislatura previa a la crisis poselectoral de 2019 que para el oficialismo fue un “golpe de Estado” contra el entonces Gobierno de Evo Morales (2006-2019).
Precisamente como militante de las facciones juveniles del MAS, se le vio muy activo en los conflictos posteriores a las fallidas elecciones de ese año, haciendo frente a las protestas de la oposición que denunció que hubo un fraude a favor de Morales en esos comicios, anulados después.
Con el retorno del MAS al poder en 2020, tras un año de la Presidencia interina de Jeanine Áñez (2019-2020), Del Castillo fue designado ministro de Gobierno por Luis Arce, un puesto en el que permaneció hasta el viernes.
La decisión de Arce de mantenerlo como ministro contra viento y marea fue una de las causas de la fragmentación del oficialismo, pues las críticas de Morales contra el abogado y sus pedidos para que sea cesado fueron casi una constante desde 2021, con acusaciones sobre todo de una supuesta protección al narcotráfico.
El desafío mayor al también expresidente del MAS fue cuando en junio de 2023 el mandatario le restituyó como ministro de Gobierno inmediatamente después de haberle destituido para cumplir con una formalidad legal por la censura que le aplicó el Parlamento nacional, en medio de la pelea interna en el oficialismo.
Pero no es la única polémica del ahora candidato oficialista, pues también ha tenido duras peleas con la oposición que le suele cuestionar por la actuación de la Policía para reprimir cualquier protesta contraria al Gobierno.
Además, le critican por la forma en que fueron detenidos opositores como la expresidenta Áñez y el gobernador suspendido de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, encarcelados desde 2021 y 2022, respectivamente, por la crisis de 2019.
Los defensores de Áñez y Camacho han denunciado siempre que en ambas operaciones, que califican de “secuestros”, no se respetaron los derechos de estos opositores, y que sufrieron maltratos en prisión, algo que Del Castillo niega.
Además, expertos en seguridad y organismos internacionales como Human Rights Watch (HRW) le criticaron por presentar públicamente a los sospechosos de algún delito incluso antes de que los detenidos afrontaran una audiencia cautelar.
Y aunque dejó de exhibir a gente aprehendida durante un tiempo, luego retomó esa práctica cuestionada porque vulnera la presunción de inocencia.
También tuvo un desacuerdo en 2022 con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) y refutó el incremento de 4 % de los cultivos de hojas de coca en Bolivia reportado por ese organismo en su informe para 2021, con una cifra propia que indicaba que la superficie disminuyó un 0,7 %.
Es probable que Del Castillo deba disputar el voto oficialista con el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez (Sacaba, 1988), que era muy cercano a Morales, pero anunció que también será candidato.
Gina Baldivieso