EE.UU. y China se citan tras un intercambio de castigos comerciales recrudecido desde abril

Vista nocturna de la famosa fuente de agua, Jet d'eau, bajo la luz de la luna en el puerto de Ginebra, Suiza. EFE/ SALVATORE DI NOLFI
Washington, 8 may (EFE).- EE.UU. y China se citan en Suiza el fin de semana para tratar de rebajar su conflicto comercial después de que el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca propiciara, sobre todo desde abril, un intercambio de golpes en forma aranceles mutuos que actualmente superan el cien por cien.
BEIJING (China), 09/05/2025.- Una persona pasea por una zona de tiendas en Beijing, China. EFE/EPA/JESSICA LEE
El regreso de Trump llega precedido por una Administración de Joe Biden (2021-2025) que mantuvo la mano dura con la que el neoyorquino gestionó a la segunda potencia mundial en su primer mandato (2017-2021).Cuando Trump vuelve a la presidencia en enero con la idea de cambiar radicalmente la política comercial estadounidense, los aranceles máximos que imponen uno y otro país a determinados productos están en torno al 20 % de su valor, según distintos análisis.El 1 de febrero, doce días después de jurar por segunda vez el cargo, Trump firma una orden ejecutiva que grava todas las importaciones chinas con un arancel mínimo del 10 % como respuesta a lo que el mandatario considera esfuerzos insuficientes de Pekín por combatir la entrada de fentanilo en EE.UU.Esa partida entra en vigor el 4 de febrero, día en que el Gobierno del presidente chino, Xi Jinping, responde con impuestos aduaneros del 15 % al carbón y al gas natural licuado (GNL) estadounidenses, además de un 10 % al crudo, maquinaria agrícola, automóviles de gran cilindrada y camionetas.Aluminio y aceroEl 10 de febrero Trump anuncia que desde el 12 de marzo impondrá un arancel del 25 % para todo el aluminio y acero que entre en el país.Como China ya cargaba con una tasa del 20 % en estos productos, la tasa pasa a ser del 45 % para su acero y aluminio, una medida que en realidad no le afecta gravemente ya que, pese a ser el mayor fabricante mundial de estos dos materiales, apenas los exporta a EE.UU..Tres semanas después, el 4 de marzo, el presidente estadounidense anuncia un 10 % adicional a los aranceles que soporta China, de nuevo justificada en su inactividad con respecto al tráfico de químicos empleados para fabricar fentanilo, y Pekín contraataca poco después con un 15 % a los productos agrícolas de EE.UU..En este punto, todos los productos chinos pagan mínimo un 20 % al cruzar la aduana estadounidense, mientras que distintos bienes de la primera economía mundial pagan entre un 10 y un 15 % al llegar al país asiático.Antes de que Trump anuncie a bombo y platillo aranceles generalizados el 2 de abril, en el que ha llamado “día de la liberación”, el neoyorquino presenta gravámenes del 25 % a todos los coches que se exporten a su país y que se hacen efectivos el 3 de abril.Castigo extra en el “día de la liberación”El 2 de abril Trump aplica a China un arancel extra del 34 %, lo que eleva al 54 % el volumen de aranceles estadounidenses.Dos días después, el gigante asiático activa otro 34 % para todas las mercancías estadounidenses, lo que enfurece al neoyorquino, que, una semana después, anuncia una congelación de los llamados “aranceles recíprocos” para el resto del mundo de cara a negociar acuerdos específicos e incrementa, por contra, el castigo sobre China en otros 50 puntos, elevando su carga al 104 %.A continuación Pekín replica elevando las barreras aduaneras hasta el 84 % y Trump sube su envite hasta el 145 %.El 11 de abril llega la última respuesta de las autoridades chinas, que dicen que incrementarán los gravámenes para productos de EE.UU. hasta el 125 % y que ignorarán cualquier represalia posterior de Washington al considerar que con esa carga el mercado chino ya no podrá absorber ninguna importación estadounidense.Entre tanto, una directiva pública de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos revela que teléfonos, ordenadores, chips, pantallas y otros dispositivos electrónicos -incluidos los que vienen de China- quedan eximidos de los aranceles activados a partir de abril y que solo están sujetos a un 20 % si proceden de territorio chino.De este modo, las conversaciones en Ginebra arrancarán con las importaciones estadounidenses gravadas al 125 % en China y los productos de la potencia asiática generalmente soportando un 145 %, aunque algunos, como en el caso de las baterías, los paneles solares o los minerales críticos, pueden llegar a cargar con imposiciones de hasta el 245 % si se les aplica el nivel de gravamen máximo que contempla la sección 301 de la ley de comercio estadounidense. EFE