Saná, 28 abr (EFE).- Estados Unidos reanudó este lunes su campaña de bombardeos masivos contra diferentes posiciones de los rebeldes chíies hutíes en el noroeste del Yemen, unas acciones que tienen lugar apenas horas después de que un ataque aéreo estadounidense matara a al menos 60 personas en un centro de detención de migrantes africanos en el país.
La cadena de televisión Al Masirah, portavoz de los hutíes, dijo que las fuerzas estadounidenses lanzaron cuatro bombardeos contra la montaña Barash de Saná, la capital del Yeme, que controlan desde el estallido de la guerra en el país en 2014.
Un quinto ataque tuvo como objetivo el distrito rural de Belad al Rus, al sureste de Saná, de acuerdo con la cadena, que apuntó que se registraron otros bombardeos en el distrito de Harf Sufyan, en la gobernación de Amran.Hasta el momento no se ha informado de víctimas ni de daños materiales en estos bombardeos, que han apuntado a sitios conocidos por albergar depósitos de montaña fortificados utilizados por el grupo respaldado por Irán.Al menos 60 personas murieron la madrugada de este lunes en un bombardeo estadounidense contra un centro de custodia preventiva de migrantes africanos en la ciudad de Saada, en el norte del país.Eso tuvo lugar, además, después de que al menos ocho personas murieran en acciones similares a las afueras de Saná durante la noche del domingo.A modo de respuesta, los hutíes reivindicaron este lunes un ataque masivo con misiles balísticos, de crucero y drones contra el portaaviones USS Harry S. Truman en el mar Rojo, la embarcación desde la que despegan gran parte de los cazas estadounidenses para lanzar sus ataques contra el Yemen.Washington inició el 15 de marzo una campaña de bombardeos sin precedentes contra los hutíes en el Yemen en respuesta a sus ataques contra Israel y la navegación comercial en el mar Rojo, unas acciones dirigidas a “apoyar” a los palestinos de la Franja de Gaza y dañar económicamente al Estado judío.Según el Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), desde el inicio de la ‘Operación Rough Rider’ las fuerzas estadounidenses han atacado más de 800 objetivos y han matado a “cientos de combatientes hutíes y a bastantes de sus íderes hutíes, incluyendo altos mandos de misiles y vehículos aéreos no tripulados”.Washington reconoce que la operación no ha logrado detener a los insurgentes, si bien apunta que la campaña de bombardeos ha reducido “el ritmo y la eficacia de sus ataques”, ya que los lanzamientos de misiles balísticos se han reducido en un 69 % y los de drones en un 55 %.