Naciones Unidas, 17 sep (EFE).- Estados Unidos se apartó de una declaración internacional en la que nueve países del Consejo de Seguridad de la ONU instan a los talibanes a levantar las restricciones impuestas contra las mujeres afganas.
A esta declaración conjunta, emitida este miércoles por Dinamarca, Francia, Grecia, Guyana, Panamá, la República de Corea, Sierra Leona, Eslovenia y Reino Unido, tampoco se sumaron Rusia y China.
Durante su intervención en la sesión del Consejo de Seguridad de hoy sobre Afganistán, el representante estadounidense, John Kelley, señaló las políticas «opresivas» de los talibanes pero apenas mencionó las medidas discriminatorias contra las afganas.
«Somos profundamente escépticos respecto a los motivos de los talibanes. No podemos tener confianza con un grupo que sigue deteniendo a estadounidenses inocentes, incumple sus compromisos en materia de lucha contra el terrorismo e ignora las necesidades básicas del pueblo afgano», agregó.
Así, indicó que, para Estados Unidos, la máxima prioridad en Afganistán es «la protección» de sus ciudadanos, lo que incluye mitigar las «amenazas terroristas» y garantizar «la liberación de los estadounidenses detenidos injustamente».
En la carta firmada hoy, los mencionados países del Consejo condenan «la continua e institucionalizada discriminación y violencia de género de los talibanes» contra las mujeres.
«Instamos a levantar cualquier restricción al acceso de las mujeres a servicios humanitarios, y a garantizar que todas las mujeres y niñas formen parte de la respuesta humanitaria y reciban atención urgente en labores de rescate», indican en la declaración, leída en rueda de prensa en la sede de la ONU por el representante coreano Sangjin Kim, que este mes ocupa la presidencia rotatoria del Consejo.
Además, exigen que los talibanes revoquen «de inmediato» todas las leyes, políticas y prácticas que restrinjan los derechos humanos y las libertades fundamentales de mujeres y niñas.
En este sentido, piden respetar el derecho de las niñas afganas a continuar su educación más allá de la primaria, así como permitir a las mujeres trabajar y participar en todos los ámbitos de la vida pública.
Del mismo modo, instan a cesar por completo la persecución a defensoras de los derechos humanos, representantes de la sociedad civil y constructoras de paz que brindan apoyo vital a la población afgana.
Este miércoles, la ONU ha pedido al gobierno de facto afgano que levante inmediatamente las restricciones que impiden a las trabajadoras nacionales y a las contratistas acceder a las instalaciones de la ONU en Afganistán, donde prestan asistencia humanitaria y apoyo a la población vulnerable.
Esta situación agrava un contexto de emergencia crítico, tras el terremoto del pasado 31 de agosto, que dejó más de 2.200 muertos y destruyó miles de hogares e infraestructuras, complicando la entrega de ayuda a las regiones más afectadas en el este del país.