El Cairo, 19 ago (EFE).- El ministro de Exteriores egipcio, Badr Abdelaty, afirmó este martes en una serie de llamadas con altos diplomáticos occidentales y de Oriente Medio que, después de que Hamás aceptara la propuesta para acordar una tregua en la Franja de Gaza, ahora «la pelota está en el tejado de Israel».
Abdelaty conversó con la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas; el ministro de Exteriores del Reino Unido, David Lammy; el jefe de la diplomacia de Turquía, Hakan Fidan; y el vicepresidente del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Husein al Sheij, de acuerdo con un comunicado de Exteriores egipcio.
Asimismo, les trasladó que «la pelota está ahora en el tejado de Israel» y destacó «la necesidad de presionarle para que acepte la propuesta, lo cual contribuiría a mitigar las repercusiones de la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza», según la nota.
En este sentido, recordó los «incansables esfuerzos de mediación de Egipto, en cooperación con Catar y Estados Unidos, para lograr un alto el fuego, permitir la entrada de ayuda humanitaria y asegurar la liberación de varios rehenes (israelíes) y presos (palestinos)».
Celebró los «avances significativos en este aspecto», después de que se realizaran una serie de conversaciones en El Cairo centradas en la propuesta presentada por el enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Steve Witkoff, «la cual fue aceptada por Hamás».
Egipto, Catar y Estados Unidos, que median entre Israel y Hamás, esperan la respuesta del Gobierno israelí a una nueva propuesta que ofrecieron a ambos bandos y que fue aceptada ayer por la formación palestina.
Según los mediadores, el nuevo plan estipula una pausa de 60 días durante la que el movimiento islamista liberará a diez rehenes vivos y 18 cadáveres de israelíes a cambio de un número de presos palestinos, entre otros puntos.
Durante ese tiempo, Hamás congelará sus actividades militares e Israel replegará sus tropas en Gaza para permitir el ingreso y la distribución de ayuda a los civiles, mientras continúan las negociaciones para un acuerdo global para el fin de la guerra, que ha provocado la muerte de más de 62.000 personas solo en la Franja.