Nueva York, 26 jun (EFE).- Un hombre de Misisipi que pasó 50 años en el corredor de la muerte fue finalmente ejecutado por el secuestro y asesinato de la esposa de un ejecutivo de un banco, al que había pedido un rescate para liberarla.
La ejecución este miércoles de Richard Gerald Jordan, de 79 años y veterano de la guerra de Vietnam por inyección letal, ocurrió luego de que el gobernador del estado, Tate Reeves, se negara a firmar una petición de clemencia alegando que el asesinato de Edwina Marter había sido un crimen violento y premeditado.
También se negaron a intervenir para detener la ejecución la Corte Suprema de Misisipi, un tribunal de distrito, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito y la Corte Suprema, el máximo tribunal de EE. UU.
En sus últimas palabras, Jordan, que sufría de estrés post traumático tras la guerra, pidió perdón a la familia de Marter y agradeció por la forma «humana en que hicieron esto”, dijo al referirse a su ejecución.
Igualmente agradeció a sus abogados y su esposa, quienes estuvieron presente en la prisión. «Los quiero mucho a todos. Los veré al otro lado, a todos», indicó tras lo cual se procedió a un inyectar un sedante que le dejaría inconsciente y luego otras dos drogas. Fue declarado cadáver a las 18:16 horas.
En enero de 1976, Jordan viajó de Luisiana a Misisipi con el propósito de secuestrar a un familiar de un empleado bancario para obtener un rescate lo suficientemente grande como para comenzar una nueva vida, de acuerdo con Mississippi Public Broadcasting, la red estatal de radiodifusión pública.
Para llevar a cabo su plan, llamó al Gulf National Bank y pidió hablar con alguien sobre cómo solicitar un préstamo y lo remitieron a Charles Marter, esposo de la víctima.
Tras obtener su dirección, se dirigió a la residencia de Marter, donde tras hacerse pasar por electricista secuestró a Edwina Marter, a la que llevó hasta un bosque. Cuando esta intentó escapar ,le hizo un disparo en la parte posterior de la cabeza.
Pidió un rescate por una mujer ya muerta
Jordan pidió luego una rescate de 25.000 dólares, pero fue arrestado al día siguiente en un hotel. El reo fue condenado a la pena de muerte en cuatro juicios por este caso: 1976, 1977, 1983 y 1998.
El reo pudo compartir una última cena con miembros de su familia. En cuanto a los dos hijos de la mujer asesinada, que ahora están en sus 50 años, estuvieron presentes en la ejecución, indica además la emisora pública.
«Creo que lo más importante es que estaba arrepentido y lo otro, que le visitó su familia, comió con ellos, como hicimos nosotros y todo salió bien», dijo el director del Departamento de Corrección, Burl Cain.
Jordan fue el principal demandante en una corte federal donde se impugnó el protocolo de inyección letal de tres fármacos usados en el estado argumentando que el sedante midazolam, -que se le administró primero- crea un riesgo considerable de que el preso permanezca sensible al dolor insoportable causado por los otros fármacos. La demanda sigue en curso, señaló además la emisora pública.