El 60 % del hábitat crítico para biodiversidad marina no tiene objetivos de conservación

El 60% del hábitat crítico para la biodiversidad marina no tiene objetivos de conservación. Imagen cedida

Madrid, 5 jun (EFE).- Once millones de geolocalizaciones de 15.845 ejemplares pertenecientes a 121 especies han permitido generar el primer gran mapa planetario de dónde migran y habitan los grandes animales marinos, la llamada megafauna, develando que el 60 % de estos espacios no tiene objetivos de conservación.

Las áreas marinas protegidas apenas cubren un 8 % de la superficie total de los océanos. El Tratado de Alta Mar y los objetivos de conservación acordados por los países en el seno de Naciones Unidas establecen expandirlas a un 30 %.

Un estudio recogido este jueves en la revista Science aporta la base científica necesaria para evaluar si los objetivos de conservación citados alcanzan realmente a proteger la megafauna marina.

Para ello, un equipo de cerca de 400 científicos de 50 nacionalidades comandados por el físico español Jorge Rodríguez, actualmente en la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y Ana Sequeira, investigadora en la Universidad Nacional de Australia, han hecho una evaluación global del uso del espacio oceánico que hace la megafauna basándose en esas 11 millones de geolocalizaciones.

Los datos de seguimiento han abarcado el 71,1 % de la superficie marina del planeta: “Una vez que teníamos nuestro conjunto de datos queríamos saber cuáles son los comportamientos de los animales marinos. Para lograrlo, diseñamos dos algoritmos: uno para identificar zonas de residencia y otro para rutas migratorias”, señala Rodríguez en entrevista con EFE.

 

El 60% del hábitat crítico para la biodiversidad marina no tiene objetivos de conservación. Imagen cedida

Corredores migratorios

El físico español Jorge Rodríguez, actualmente en la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Imagen cedida

Los investigadores han visto que el 66 % de todo el espacio que usan los animales marinos está asociado a esos comportamientos críticos: los lugares de residencia (donde se alimentan, descansan o se reproducen) ocupan un 45 % de océano y los corredores migratorios que unen esas zonas de parada suponen la mitad de la superficie marina.

Esos corredores son vitales, en tanto que las grandes especies marinas pasan el 80 % de su tiempo migrando.

Entre los grupos de animales geolocalizados para el estudio están todas las grandes especies marinas, entre ellas, aves, cetáceos, tiburones y otros tipos peces, pingüinos, focas, osos polares, tortugas o manatíes. Más de un tercio de las especies seguidas en el estudio está en peligro de extinción.

Estas especies son típicamente superdepredadores que juegan un papel vital en las redes tróficas marinas, pero que encuentran crecientes amenazas debido al impacto de las actividades humanas, como el aumento de la temperatura debido al cambio climático, la sobrepesca, la contaminación por plásticos o el tráfico marítimo.

 

Implicaciones

“Para elegir qué zonas habría que proteger, las ordenamos priorizando los comportamientos más importantes para el mayor número de especies. Aun así, proteger únicamente el 30 % del océano dejaría más del 60 % de las áreas críticas expuesto a amenazas”, señala Rodríguez.

Los científicos sostienen que el objetivo actual de proteger un 30 % de la superficie marina solo implicaría la conservación de un 40 % de los hábitats críticos detectados en este estudio.

Los mapas muestran los patrones de movimiento de cada taxón, lo que puede ayudar a identificar áreas importantes para la conservación y el manejo de estas especies, inciden.

Los objetivos del Tratado de Alta Mar (firmado por 115 países, pero todavía pendiente de ratificación) «son un paso en la dirección correcta, pero son insuficientes para cubrir todas las áreas críticas utilizadas por la megafauna, por lo que se necesitan medidas adicionales de mitigación», indican los autores.

El proyecto MegaMove del que parte este estudio lleva 30 años estudiando los movimientos de la fauna en el océano.