Madrid, 24 jun (EFE).- El 63 % de la población española considera que la lucha contra el cambio climático debe ser una prioridad de actuación, según el tercer informe sobre la Percepción social de la transición ecológica en España, elaborado por del Observatorio de Transición Justa (OTJ) y presentado este martes.
A pesar de que este porcentaje supone una caída de cinco puntos respecto a la edición anterior, la preocupación por la emergencia climática continúa siendo mayoritaria y el apoyo es especialmente elevado entre mujeres y residentes en grandes núcleos urbanos, mientras que entre hombres jóvenes se detecta un aumento del escepticismo.
El 80,6 % de la población cree firmemente que el cambio climático está ocurriendo; no obstante, entre los jóvenes de 18 a 30 años esta convicción ha descendido al 76 % en 2025 frente al 90 % de 2023, según el informe, que está impulsado por la Fundación Moeve y la consultora Red2Red y basado en una encuesta a 3.280 personas de las 17 comunidades autónomas.
El conocimiento sobre la transición ecológica «avanza», el 47 % dice comprender su significado y la mayoría asocia la transición con beneficios: el 67 % cree que mejorará el aire y el agua y el 62 % confía en sus efectos positivos sobre la salud.
Incentivos y hábitos sostenibles
Las políticas mas aceptadas siguen siendo las basadas en incentivos económicos como las subvenciones a hogares vulnerables, el apoyo a empresas sostenibles y las campañas de sensibilización, mientras que aquellas que implican prohibiciones o medidas fiscales -como impuestos ambientales- reciben un respaldo menor, según el estudio.
En cuanto a las emociones vinculadas a la transición ecológica, por primera vez predominan las positivas: incrementa el interés (25 %), la esperanza (24 %) y la responsabilidad (20 %), que superan a la impotencia o la incertidumbre, que descienden.
También se observan hábitos sostenibles en el día a día: el 68 % declara reciclar, cerca del 50 % asegura que se desplaza en transporte público, a pie o en bicicleta y el 51 % valora el coche eléctrico por su «menor impacto ambiental», aunque señala barreras como la falta de puntos de recarga, la autonomía o el precio.
En materia laboral, el 49 % de los encuestados anticipa que la transición traerá nuevas oportunidades de trabajo, frente al 44 % que teme impactos negativos en el empleo.
Los datos de este año «reflejan la necesidad de reforzar los vínculos entre discurso ambiental y realidades sociales», ya que el crecimiento del grupo escéptico «evidencia que la transición solo será justa si es también comprensible, cercana y asequible para toda la ciudadanía», ha subrayado la directora de innovación en políticas públicas de Red2Red, Anabel Suso.
En opinión de Suso, «el reto no es solo técnico, sino también comunicativo, económico y emocional».
