El 80 % de tiburones heridos en zona turística de Indonesia lo son por causa humana

Ballena Tiburón en la bahía de Cendrawasih (Indonesia). Crédito: MV Erdmann / Re:wild.

Redacción Ciencia, 28 ago (EFE).- Heridas por colisiones con plataformas de pesca o embarcaciones son algunas de las lesiones que sufren los tiburones ballena en zonas turísticas de las costas de Papúa occidental (Indonesia). De hecho el 80 % de los que exhiben cicatrices las tienen por causas humanas.

Un equipo encabezado por el Instituto Elasmobranch (Indonesia) publica en Frontiers in Marine Science un estudio basado en observaciones realizadas en Bird’s Head, zona que alberga una red de 26 áreas marinas protegidas y un punto caliente para la megafauna marina y la biodiversidad marina tropical.

El tiburón ballena es la especie de pez más grande de mundo y se alimenta básicamente de plancton. En los últimos 75 años, su población han disminuido más de un 50 % en el mundo y un 63 % en el Indo-Pacífico.

Entre 2010 y 2023 los investigadores avistaron 268 ejemplares únicos de tiburón ballena (cada animal tiene en la piel un patrón propio de manchas blancas y rayas). El equipo registró la fecha y hora de cada avistamiento, las coordenadas GPS, sexo y estado de madurez, tamaño, comportamiento y lesiones visibles.

De los 206 animales registrados con lesiones o cicatrices, el 80,6 % se podía atribuir a causas antropogénicas, mientras que el 58,3 % tenía lesiones probablemente debidas a causas naturales. Algunos individuos presentaban de ambos tipos.

Esas marcas se debían principalmente a causas como colisiones con bagans (plataformas pesqueras tradicionales con redes elevadoras) y barcos turísticos de avistamiento de tiburones ballena, explicó el investigador Edy Setyawan, del Instituto Elasmobranch.

Las abrasiones leves y relativamente inofensivas eran las más comunes, mientras que las laceraciones graves, las amputaciones y los signos de traumatismos contusos por causas antropogénicas se observaron en el 17,7 % de los individuos.

Del total de ejemplares avistados, el 90 % eran machos, la mayoría juveniles de entre cuatro y cinco metros de longitud. El 52,6 % fue visto la menos una vez, con un intervalo de hasta once años, aunque un macho joven fue avistado 34 veces en tres años.

Estudios previos han demostrado que los adultos, especialmente las hembras, prefieren las profundidades del océano, mientras los machos más jóvenes permanecen más cerca de la costa, en aguas ricas en plancton que les ayudan a crecer rápidamente, explicó Mochamad Iqbal Herwata Putra de la fundación Konservasi y firmante del artículo.

Dado que la mayoría de los avistamientos fueron en bagans y en un momento en el que el turismo relacionado con estos animales está creciendo, los investigadores prevén que el riesgo de lesiones aumente en el futuro, a menos que se tomen medidas sencillas para proteger mejor a los tiburones ballena, resume Frontiers.

El objetivo de los autores es colaborar con las autoridades responsables de la gestión de las áreas marinas protegidas para desarrollar normativas que exijan ligeras modificaciones en los bagans, incluida la eliminación de cualquier borde afilado de los estabilizadores de los barcos y los armazones de las redes.

Con esos cambios, creen que se reducirán en gran medida las cicatrices de los tiburones ballena en la región, según Mark Erdmann, otro de los autores del estudio.

El tiburón ballena, que está en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), tarda hasta 30 años en alcanzar la madurez sexual, por lo que las poblaciones solo pueden recuperarse lentamente de amenazas como la caza por sus aletas, carne y aceite, la pérdida de hábitat y el enredo en redes de pesca.