Logroño, 10 jun (EFE).- El activista español Sergio Toribio, quien estaba en el barco de la Flotilla de la Libertad interceptado por Israel, ha afirmado este martes que se plantea llegar de nuevo a Palestina esta misma semana, en una marcha que diferentes organizaciones han convocado y que partirá el próximo día 12 desde Egipto.

Así lo ha explicado Toribio en Logroño, a donde ha llegado a última hora de la tarde, casi dos días después de que fuera interceptado ese barco, donde también viajaban otros activistas, como Greta Thunberg, que querían denunciar el bloqueo de la ayuda humanitaria a Gaza
Toribio ha sido recibido por su familia en la estación de tren de Logroño, ciudad en la que reside, y, en declaraciones a los periodistas, ha señalado que el ejército israelí interceptó el barco «como si fuéramos terroristas».
Ha llegado con su ropa manchada porque les rociaron durante veinte minutos con un producto que «parecía una pintura blanca» y, «la verdad, es que no pica ni hace nada, pero es muy resbaladizo y lo deja todo negro».
«De repente, sobre la una de la mañana, vimos dos luces que se acercaban a nosotros y primero nos intentaron cortar el paso, pero se fueron y decidimos prepararnos porque ya estábamos entrenados para esta situación», ha relatado Toribio, quien es mecánico en barcos de organizaciones humanitarias.
Tras ese primer incidente, ha añadido, «llegó un dron con luces potentes y, después, dos más que lanzaron ese producto», para dar paso «a una lancha rápida, desde la que nos dijeron que estuviésemos tranquilos, que no nos iban a hacer daño».
Poco después, ha narrado, subieron al barco 12 militares hebreos armados «como si nosotros fuéramos terroristas» y les cachearon, antes de que llegara un médico militar a atenderles y ofrecerles agua y comida.
Los militares dirigieron el barco a Tel Aviv en una travesía que duró 14 horas, en las que tuvieron a los miembros de su tripulación agrupados, ha indicado.
«Un acto de piratería»
No tuvieron comunicación con el exterior «porque nosotros mismos lanzamos por la borda los móviles y otros dispositivos» para que «ellos no pudieran utilizarlos», ha relatado.
Lo sucedido, ha asegurado, es «un acto de piratería en toda regla, porque estábamos en aguas internacionales a unas 100 millas de sus aguas y no tenían ninguna potestad para hacer lo que han hecho con, al menos, tres buques de guerra».
Toribio ha admitido haber pasado «un poco de miedo», aunque ha recalcado que los soldados israelíes «tuvieron un comportamiento correcto, ni nervios, ni malas voces, ni amenazas».
Ya en suelo israelí, «nos transfirieron a la Policía» y «se llevaron el barco»; mientras que «a cada uno nos dieron un montón de papeles a firmar, pero nos negamos» porque «querían que admitiéramos que nos habían detenido invadiendo una zona militar», ha afirmado.
Luego, les trasladaron a la comisaría del aeropuerto, donde ya estaba el cónsul español, tras lo que embarcó en un vuelo a Barcelona y esta tarde ha finalizado su viaje en Logroño, con el abrazo de su madre.
«No sé si Israel ha hecho bien las cosas, pero es que nosotros no íbamos en contra de ellos, solo era algo en favor de Palestina y Gaza», ha detallado, y «la verdad es que la repercusión que ha tenido lo sucedido no sé si es lo que esperaban».
Además, las organizaciones que formaban esta flotilla tienen «más barcos» y «hay más acciones, como una marcha desde Egipto, en la que probablemente estaré», ha concluido.