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El ADN y el coche, claves para dar con el asesino confeso de Elisa Abruñedo tras diez años

El acusado Roger Serafín, acusado del asesinato y violación de Elisa Abruñedo, vecina de Lavandeira, en septiembre de 2013 cuando salió a pasear, durante una sesión de su juicio en la Audiencia Provincial en A Coruña. EFE/Cabalar

A Coruña, 18 jun (EFE).- La Guardia Civil ha situado este miércoles el ADN y el coche como elementos clave para dar con el asesino confeso de Elisa Abruñedo diez años después del crimen.

La sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido una nueva sesión del juicio contra Roger Serafín Rodríguez, hoy de 51 años, por unos hechos ocurridos el 1 de septiembre de 2013 en Cabanas (A Coruña), cuando él tenía 39 años y la víctima, Elisa Abruñedo, 46, en el momento en que la asaltó, la violó y la mató, según su propia confesión, realizada diez años después, cuando fue detenido.

El comandante responsable de Homicidios en la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil ha detallado que su departamento empezó a colaborar con el personal de la Comandancia de A Coruña en septiembre de 2021, cuando llegó una solicitud de apoyo para esclarecer un caso que, entonces, llevaba ocho años sin resolverse.

El ADN dejado en el cadáver durante la violación apuntaba a «un linaje de la zona», pero colateral a la familia Fonticoba, lo que llevó a otra rama de esta saga, que son «los Rodríguez»: «Ahí estábamos muy cerca», ha dicho.

Otro factor fue un vehículo que vio un vecino, un Citroën ZX verde, que ya en aquel momento era un coche antiguo, por lo que empezó «un cribado de vehículos y de apellidos».

Dieron entonces con el ahora acusado que «tenía los rasgos fenotípicos» que indicaba el ADN, era pelirrojo, Rodríguez y, además, cazador, lo que correspondía con el perfil buscado por el resto de averiguaciones.

Tenía ese coche, aunque gris, por lo que los agentes determinaron que la confusión del color estaba motivada en la escasa luz del momento en que el vecino vio el vehículo, que en ese punto de la investigación estaba ya desguazado.

Los investigadores detectaban «que frecuentaba la zona» a través del control de la matrícula de su nuevo coche y «se le hizo un seguimiento»: «Decidimos tomar una muestra de ADN si tiraba una colilla, si consumía algo», ha desvelado.

No obstante, dados sus hábitos, el 3 de octubre de 2023 optaron por limpiar la manilla de su coche, esperar a que lo usase para ir a trabajar a unos astilleros en Ferrol, luego tomar muestras y «comparar el perfil genético»: «El resultado fue positivo», ha añadido.

Sorprendido por su detención, aunque después confesó

Una vez detenido, el 10 de octubre de 2023, «se mostró sorprendido», pero después «reconoce los hechos y da una versión de lo que podía haber pasado y la motivación del homicidio».

La investigación apunta a que el día del crimen vio sola a Elisa Abruñedo y la asaltó «por la espalda, de una manera sorpresiva y totalmente desprotegida» en una situación en la que fue agarrada desde atrás y arrastrada con fuerza.

El jefe de la unidad de delitos contra las personas de la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña ha detallado que las redes sociales también fueron clave para dar con el acusado, pues ahí mostraba su perfil de cazador.

«Cuando lo detuvimos, dijo que nos estábamos equivocando, que no había hecho nada. Pero cuando se le llevó al coche, ya poco a poco fue cambiando su versión y asumiendo que había sido él», ha añadido.

Sobre la toma del ADN del vehículo sin pedírselo, ha defendido que fue la manera de evitar que supiese que iban tras él y así no pudiese «huir del país».

La Fiscalía pide 32 años de cárcel, las acusaciones particulares suben hasta 37, por un asesinato con una agresión sexual, y su defensa solicita rebajar lo ocurrido a un homicidio con una agresión sexual.