Ávila, 21 sep (EFE).- El apagón que sufrió España el pasado 28 de abril ha disparado un 11 por ciento el número de integrantes de la Unión de Radioaficionados Españoles (URE), con 900 más que supone que ese colectivo haya alcanzado los 8.000 integrantes.
Así lo ha trasladado a los periodistas Víctor M. Espínola, presidente de la URE, organizadora de la X Feria de las Radiocomunicaciones-IberRadio, que este sábado reúne en Ávila más de 2.500 radioaficionados de España, Portugal, Eslovenia, Italia y Alemania, desde donde se ha desplazado por primera vez la Asociación Alemana de Radio.
Este poder de convocatoria convierte esta cita en «la mayor feria -de radioaficionados- del sur de Europa», según Espínola, que ha estado acompañado por el alcalde de la capital abulense, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y por el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano.
El presidente de la URE ha reconocido que este año ha sido «muy poderoso» para este colectivo, tras el apagón que se produjo el pasado 28 de abril, a raíz del cual se produjo «un interés renovado por la radioafición y las comunicaciones amateur».
A su juicio se debe a que se trata del «único sistema que ha funcionado de manera autónoma, sin necesitar ninguna red para comunicarse», dando la posibilidad de comunicarse y colaborar ese día con las autoridades de Protección Civil, prestando «un servicio a la sociedad», algo que para este colectivo es «un orgullo y un honor».
Ese interés «brutal» que despertó el apagón, contribuyó a situar en 8.000 los radioaficionados asociados a la URE, tras un incremento de 900 personas desde el pasado 28 de abril, ha destacado Víctor M. Espínola, quien ha subrayado la utilidad de una afición que, en contra de quienes pensaban que era «algo del pasado», está «muy fuerte».
Espínola ha explicado que «con un pequeño emisor, una batería o una célula solar», cualquier persona «se puede comunicar con todo el mundo», si bien ha precisado que para ello es necesario un examen de acceso, que se puede hacer en esta misma feria, según ha destacado el subdelegado del Gobierno, a través de la Oficina de Inspección de Telecomunicaciones, presente en la cita.
Tras hacer hincapié en que la URE atrae a los aficionados de todas las edades para hacer un uso responsable de este instrumento de comunicación, el presidente ha destacado su interés por hacer llegar su afición a los más jóvenes, a través de los centros escolares, a los formadores y a las organizaciones juveniles.
Todo ello, con el objetivo de «crear en ellos una afición, no solo tecnológica, sino también práctica, humana y personal», según el presidente de la URE, que ha insistido en que el apagón, además del interés generado desde el punto de vista de la utilidad, hizo que muchos ciudadanos se dieran cuenta de que la radioafición propiciaba una comunicación directa entre ellos, «sin pensar en redes ni ningún sistema oficial».
Ese día, ha señalado, los radioaficionados pusieron a disposición de las autoridades y la sociedad sus repetidores y estaciones particulares y móviles».
Respecto al perfil de los radioaficionados, Víctor M Espínola ha comentado que son personas de «entre 9 y 99 años», ya que se trata de un hobby que se transmite de padres a hijos y de abuelos a nietos.