El aprendizaje sensorial y manipulativo cobra fuerza en la escuela pública

Imagen de archivo de un centro educativo. EFE/How Hwee Young

Madrid, 4 jul (EFE).- Las pedagogías educativas sensoriales, donde el aprendizaje es manipulativo, como ocurre con métodos como el Montessori, están cobrando fuerza en la escuela pública y cada vez son más los centros interesados en formar a sus docentes en opciones de enseñanzas diferentes a las tradicionales y que suponen el desarrollo del alumnado más integral.

Y es que filosofías como la de Montessori encajan «muy bien» con todos los objetivos de la nueva ley de Educación, LOMLOE, que impulsa las competencias y busca de forma efectiva una educación en las aulas, señala a EFE la fundadora de Tu Guía Montessori, Miriam Escacena, organizadora del VI Congreso Internacional Montessori que se celebra esta semana con la participación de más de 25 expertos de siete países.

Bajo cinco ejes temáticos, como son la educación transformadora, el desarrollo de competencias, la diversidad y la adolescencia, los investigadores han explicado los resultados de sus experiencias analógicas en escuelas públicas, concertadas y privadas.

Enseñar desde la naturaleza, aprender matemáticas con materiales manipulativos o incidir en la lectoescritura para que el niño o la niña aprenda a leer y a escribir desde sus capacidades sensoriales, han centrado estas jornadas que otorgan créditos y están disponibles durante un año.

Educación analógica frente a la digital

Los resultados de una encuesta realizada por Tu Guía Montessori a más de un centenar de educadores que aplican o se están formando en este método desvelan que el 92 % de los encuestados se muestra preocupado por las advertencias que están haciendo pediatras y neurólogos sobre el impacto de las tecnologías en los procesos cognitivos como la atención y en las funciones ejecutivas.

La educación analógica gana peso frente a la digital y Escacena señala a EFE que tras la pandemia el interés por este tipo de pedagogía ha crecido exponencialmente.

En los últimos cinco años está formando a profesorado de colegios públicos y concertados de Madrid, Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla y León y la Comunidad Valenciana.

Muchos colegios están aplicando la metodología Montessori a las matemáticas, porque «cuando se aprende de forma manipulativa, la manera de llegar a la abstracción en mucho más sencilla».

«La pedagogía Montessori propone una vuelta a las experiencias reales, al aprendizaje vivencial con materiales manipulativos», explica al tiempo que alerta de que «en la educación no todo vale y hay mucho negocio».

Se pregunta qué habría pensado en 1907 la científica italiana María Montessori sobre las pantallas cuando empezó a trabajar con niños vulnerables un método que les ayudaba en su desarrollo personal.

Pedagogías también para Primaria y Secundaria

El objetivo de estas metodologías innovadoras es poner el foco en el niño o niña y adaptar el aprendizaje a su nivel de desarrollo.

«Se trabaja sobre bases científicas», insiste al tiempo que añade que, aunque la pedagogía Montessori se relaciona con las etapas de Infantil también empieza a ganar interés en Primaria y Secundaria.

En Navarra, la docente Ainara Muruzábal, ha formado a más de 1.000 profesoras y profesoras de la escuela pública y actualmente tiene un proyecto en el que a través de «maletas viajeras» se enseñan a alumnos de Primaria «las grandes lecciones de la educación cósmica», desde el origen el Universo hasta la historia de los números y de las letras.

No obstante, siempre hay docentes reacios a cambiar y «ahí hay que intentar conquistarlos para que lleguen a la conexión con su vocación».

«Supone un cambio interior» que en su opinión repercute en el bienestar del docente.

Y en todo caso, desmiente que esta pedagogía sea «elitista», propia de colegios privados o de una determinada clase social: «este es uno de los mayores mitos de Montessori. Esta pedagogía se ha aplicado hasta en campos de refugiados, y yo misma he ayudado a llevarla a cabo en colegios de difícil desempeño y con población de bajos recursos».