El arresto de Duterte impulsa a Marcos Jr. en la batalla dinástica de Filipinas

Taguig City (Philippines), 01/11/2024.- Foto de archivo del presidente de Filipinas, Ferdinand 'Bongbong' Marcos Junior EFE/EPA/FRANCIS R. MALASIG

David Asta Alares

Manila, 12 mar (EFE).- El arresto del expresidente filipino Rodrigo Duterte, en rumbo este miércoles hacia La Haya acusado de crímenes contra la humanidad, es el golpe más reciente del presidente del país asiático, Ferdinand Marcos Jr., a un clan que ha pasado de ser un aliado clave en las elecciones de 2022 a convertirse en un feroz crítico del Gobierno.

Un golpe que, coincidieron en señalar expertos consultados por EFE, supone un impulso para el hijo del fallecido dictador Ferdinand Marcos, pero cuyo verdadero impacto solo se revelará tras los resultados de las elecciones a mitad de mandato del próximo 12 de marzo.

Tensión entre dinastías políticas

“Esto aumenta la tensión política entre estas dos dinastías familiares muy prominentes, ya que los Marcos y los Duterte controlan los dos puestos más poderosos del país”, dijo a EFE la profesora de ciencias políticas de la capitalina Universidad De La Salle, Cleo Anne A. Calimbahin.

Al enviar a Duterte a La Haya y antagonizar con un juicio político ante el Senado a su hija, la vicepresidenta Sara Duterte, Marcos Jr. y sus aliados esperan “neutralizarles políticamente de forma efectiva”, explicó a EFE Sol Dorotea Iglesias, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Filipinas.

Duterte fue detenido este martes en Filipinas, después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto y ese mismo día partió en un avión chárter en dirección a La Haya, donde se espera que sea puesto a disposición del tribunal.

La Corte lo acusa de crímenes contra la humanidad relacionados con la guerra contra las drogas que impulsó durante su mandato (2016-2022). Según la Policía filipina, esta campaña dejó alrededor de 6.000 muertos en operativos antidroga y operaciones extrajudiciales, unas estimaciones que ONG locales elevan a más de 30.000 fallecidos.

Marcos Jr. afirmó anoche haberse visto obligado a ayudar a Interpol a ejecutar el arresto, a pesar de que Duterte retiró al país de la CPI en 2019 para intentar eludir la investigación sobre sus supuestos abusos cometidos en nombre de la lucha contra el narcotráfico.

Caída en desgracia de antiguos aliados

En la campaña electoral de 2022, el actual presidente “afirmó que no cooperaría con la CPI” en el caso contra su predecesor, remarcó Iglesias. Unas afirmaciones comprensibles teniendo en cuenta que Marcos Jr. se presentó a los comicios con Sara Duterte como aliada.

Pero el idilio político de aquellos días comenzó a derrumbarse tan pronto como se hicieron con el poder. Una disputa cada vez más pública entre cuyos episodios más sonados se incluyen las declaraciones de la vicepresidenta de que ordenó matar al presidente si ella misma era asesinada.

De ahí que la detención de Duterte en Filipinas, concluyó Iglesias, fuese “facilitada por el colapso” de la alianza entre ambas dinastías, después de que el Gobierno de Marcos Jr. haya “cortado sistemáticamente las fuentes del apoyo político y financiero de Duterte”.

Una presión silenciosa del Ejecutivo, en comparación con los exabruptos del expresidente y de su hija, que han acabado haciendo mella en el poder de convocatoria del clan Duterte, señaló a EFE el fundador del laboratorio de ideas Stratbase, Victor Andres Manhit.

“Realmente, todo esto muestra que no son tan poderosos como creen que son. Han perdido mucho, especialmente desde que rompieron con Marcos Jr.”, dijo el analista, al indicar que los Duterte no han conseguido organizar grandes protestas contra el arresto.

“No estaban listos, se vieron superados tácticamente por el presidente, su antiguo aliado”, dijo.

La Policía afirmó ayer estar en alerta máxima ante la posibilidad de violencia en las calles, pero la jornada se saldó sin incidentes mayores y solo ciudades en el sur del país asiático, feudo de los Duterte, registraron manifestaciones de importancia en apoyo al expresidente.

Manhit precisó que la enemistad entre ambas dinastías no se guía únicamente por el ansia de poder o por diferencias personales. Duterte escenificó durante su mandato un acercamiento a China en detrimento de Estados Unidos, un aliado tradicional de Filipinas al que Marcos Jr. ha vuelto desde que se hizo con el poder en 2022.

La prueba de las elecciones a mitad de mandato

Los comicios del 12 de mayo servirán para renovar la mitad del Senado y la totalidad de la Cámara Baja del Congreso, así como miles de puestos de la administración local.

La propia vicepresidenta aseguró, con su padre a punto de despegar hacia La Haya, que Marcos Jr. permitió el arresto para frenar la campaña de los aliados de Duterte a las elecciones de mayo. El expresidente, por su parte, afirmó mientras era embarcado contra su voluntad en el avión que su arresto sellaría la victoria de Sara Duterte en las elecciones presidenciales de 2028.

Los comicios a mitad de mandato serán pues el mejor referéndum para las políticas de Marcos Jr., incluyendo su decisión de permitir el arresto del expresidente, concluyó Manhit, así como una prueba de la popularidad de la familia Duterte. EFE

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