Pekín, 10 jul (EFE).- El Museo de Guangdong, en la ciudad suroriental china de Cantón, inaugura este jueves una exposición dedicada al artista colombiano Fernando Botero, cuya obra regresa a China por primera vez desde 2016, en el marco de una gira asiática que también incluirá paradas en Singapur y Corea del Sur.

La muestra, organizada por la Fundación Botero, reúne más de 80 obras del artista colombiano, incluyendo esculturas, pinturas y dibujos, y permanecerá en la capital cantonesa hasta el 23 de noviembre.

La selección incluye piezas como ‘Autorretrato’ (1975), ‘Después de Velázquez’ (2005) y «Después de Rafael ‘La Fornarina'» (2013), que forman parte del repertorio más representativo del pintor y escultor antioqueño.
«Se han escogido obras de diferentes tipos que reflejaran la excelencia de la producción artística del maestro», explicó a EFE Fernando Botero Zea, hijo del artista, quien agregó que la muestra incluye «diferentes expresiones técnicas y temáticas».
Según Botero Zea, se confeccionó una exposición «de primer nivel» que supone una «oportunidad extraordinaria» para que el público chino «conozca más a fondo» la obra del artista colombiano.
La exhibición representa además, a juicio de Botero Zea, «un hito importante en las relaciones entre China y Colombia», que en este año celebran el 45º aniversario desde su establecimiento, y es ejemplo de «la excelente relación» que mantienen ambos países en diversos campos.
Botero Zea recordó la «extraordinaria acogida» que tuvieron las obras de su padre en las exhibiciones organizadas en 2015 y 2016 en Pekín, Shanghái y Hong Kong, que recibieron un total de un millón y medio de visitantes, algo que supuso «un testimonio importante del afecto, la admiración y el aprecio» del público chino por el arte del colombiano.
Aquellas exposiciones fueron fruto de un «sueño» y una «obsesión» que tenía Botero a punto de cumplir 80 años por exponer su obra por primera vez en el gigante asiático, indica su hijo, quien asegura que el artista se sintió «realizado» al ser «testigo del entusiasmo» que despertó en China su arte.
El pintor y escultor murió en 2023, a los 91 años, con un «lugar privilegiado en su corazón» para China, aseveró su hijo.
Botero Zea aseguró a EFE que el público chino «tiene un especial interés y una gran curiosidad por el arte occidental», al tiempo que destacaba el «gran deseo» de los visitantes chinos por «profundizar sus conocimientos».