Barcelona, 15 abr (EFE).- El arzobispo de Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella, ha destacado la “alegría” de “toda la comunidad cristiana” por la declaración del arquitecto Antoni Gaudí como ‘venerable’ por parte del papa Francisco, el paso “inmediato” a ser reconocido beato y santo.

“Es una gran noticia la que recibimos ayer de que el papa acepte y reconozca las virtudes heroicas de Gaudí y lo considere venerable”, lo que permitirá después “poderle rezar” una vez se reconozca su “milagro”, ha añadido desde la Sagrada Familia a los medios.
El arzobispo cardenal ha destacado que Gaudí trabajó mucho la fe y quiso dar la gloria a Dios en la Sagrada Familia: “Nos muestra cómo todos nosotros estamos llamados como él a ser santos”, ha señalado Omella, quien ha añadido que la santidad significa amar a Dios y al prójimo.
El papa Francisco, que se encuentra aún convaleciente de su infección respiratoria, recibió este lunes al prefecto del dicasterio de la Causa de los Santos, Marcello Semeraro, y ha firmado algunos decretos, entre ellos el del arquitecto, nacido el 25 de junio de 1852 en Reus (Tarragona) y fallecido el 10 de junio de 1926 en Barcelona.
El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado Venerable siervo de Dios, título que se da a una persona fallecida a la que se reconoce “haber vivido las virtudes de manera heroica”; la segunda, beato y la tercera, santo.
Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, y para que sea canonizado o hecho santo se precisa un segundo milagro obrado por intercesión, después de ser proclamado beato.