Washington, 23 jun (EFE).- El ataque estadounidense del fin de semana a tres instalaciones nucleares de Irán ha provocado un nuevo cisma entre los republicanos, dividiendo esa bancada entre quienes aplauden el golpe y los que reprochan al presidente, Donald Trump, su promesa de no entrar en más guerras.
La mayoría de los legisladores conservadores no se ha posicionado o lo ha hecho del lado del mandatario. Sin embargo, algunos, como el congresista de Kentucky Thomas Massie, han cargado contra Trump por estar de nuevo involucrando a EE.UU. en conflictos extranjeros.
«Los MAGA no votaron por otra guerra en Oriente Medio», dijo este lunes Massie en una radio local en alusión al lema de campaña del neoyorquino que agrupa a sus fieles (Make America Great Again).
Massie, con el que Trump ha tenido encontronazos en cada división del Partido Republicano porque siempre han mostrado posicionamientos opuestos, condenó la decisión de atacar las instalaciones sin que el Congreso le haya dado permiso.
«Es lo que se hizo en Irak y en Afganistán, lo mismo cuando (el expresidente demócrata Barack) Obama quería entrar en la guerra de Siria. Hay que ir al Congreso y tener la autorización. No puede financiar la operación sin el permiso de las Cámaras», añadió.
El legislador presentó una iniciativa en el Congreso para vetar la participación de Washington en el conflicto, en la que, según él, cuenta con el apoyo de «cuatro republicanos» y dice que no son más porque «tienen miedo a Trump».
Después de que el de Kentucky comentase también que los planes de Trump en Irán no suponen colocar a «Estados Unidos primero», otro de sus lemas de campaña, el presidente ha iniciado una campaña para desbancarle de la Cámara Baja.
«¡Saquen a este ‘vago’ del cargo!», publicó en su plataforma Truth Social en relación al congresista, que ya se opuso al plan fiscal y presupuestario que Trump impulsó y que tras haber sido aprobado por la Cámara Baja está siendo tramitado ahora en el Senado.
«Massie es débil, ineficaz, y vota ‘NO’ a prácticamente todo lo que se le pone por delante», añadió Trump.
Por otro lado, la republicana de Georgia Marjorie Taylor Greene, normalmente una de sus defensoras más acérrimas, cargó contra el presidente por ir en contra de lo que había prometido durante la campaña.
«Seis meses después y ya estamos incumpliendo las promesas electorales. Y ponemos bombas en Irán en nombre de Israel», dijo en un pódcast.
En un mensaje largo en X, la legisladora marcó distancia con el mandatario: «Trump no es un rey, MAGA no es una secta y yo puedo y TENGO mi propia opinión».
La de Georgia insistió en que había gastado «millones de dólares de su bolsillo» para defender ideas que ahora Trump está incumpliendo.
«¡Se siente como un cebo y cambio completo para complacer a los neoconservadores, belicistas, contratos del complejo militar industrial y personalidades de televisión neoconservadoras que MAGA odia y que NUNCA fueron TRUMPISTAS!», añadió.
Sin embargo, Trump cuenta con el respaldo de los dos republicanos de mayor rango en el Congreso: el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y líder de la mayoría en el Senado, John Thune.
Otros congresistas han ido más allá y le han respaldado cuando ha sugerido que debería haber un cambio de régimen en Irán.
«Como siempre, el presidente Trump tiene toda la razón con su deseo de hacer a Irán grande otra vez, cambiando el régimen ya sea a través de su comportamiento o con un nuevo liderazgo», comentó el senador Lindsey Graham.