El auge del café de especialidad eleva la demanda de baristas, un perfil que escasea

Baristas sirven cafés en un establecimiento londinense. EFE/EPA/TOLGA AKMEN

Madrid, 7 sep (EFE).- Las ofertas de empleo para baristas han crecido en los últimos años motivadas por las aperturas de cafés de especialidad y, aunque cada vez son más los profesionales que optan por formarse en esta labor, los puestos ofertados no consiguen cubrirse debido el alto volumen de vacantes.

En los últimos años, ciudades como Madrid y Barcelona han experimentado un crecimiento exponencial en el número de negocios de cafés de especialidad, seguidas, en menor medida, por otras poblaciones medianas como Sevilla, Valencia o Bilbao.

Ante estas aperturas, los establecimientos necesitan de personal experto en el café de especialidad, baristas que cubran las expectativas de un consumidor que puede llegara pagar de los 2,8 euros a 4 euros por café.

25.000 euros anuales y formación

Según el director sectorial de Hostelería y Turismo del Grupo Adecco, Ángel Solves, la demanda de baristas ha crecido en los últimos años vinculada a la hotelería de lujo y gran lujo, y a la restauración para empresas especializadas en café.

Los puestos ofertados para estos profesionales pueden alcanzar la «franja alta», los 25.000 euros anuales, que podrán incrementarse en función de la experiencia y los idiomas, ha añadido, a la vez que se busca un perfil formado.

El mercado crece muy rápido

«Hay mucha demanda de formación de baristas, pero el mercado está creciendo tanto y tan rápido en España y en el extranjero que no se encuentra el suficiente personal», ha anotado el formador de la Asociación de Cafés de Especialidad y barista Amilka Lee.

Lee, que trabaja como formador en La Escuela de Baristas (creada en 2014) ha visto en los últimos años un aumento del interés por aprender esta labor debido, entre otros, a que las condiciones de trabajo son más favorables que en un bar o cafetería tradicional, con horarios más «compatibles» con la vida personal.

Sin embargo, aunque ha crecido el interés por formarse en esta actividad profesional, no se puede enseñar a tantos baristas como se necesitan ya que «se están abriendo muchos cafés de especialidad».

Por esta escuela pasan unos 100 alumnos al curso, de ellos el 60 % son «home (casa) barista», el 30 % es gente que busca reciclarse y el 10 % personas que ya trabajan en este sector; además, aunque el porcentaje es bajo, hasta seis de ellos terminan con trabajo en Australia o Nueva Zelanda, «cunas» del café de especialidad.

«Toda la gente que formamos ya está colocada», ha subrayado.

Cafeterías con formación propia

La cafetería Hola Coffee nació en 2017 en Madrid, cuando todavía no había una «escena» del café de especialidad y el acceso a la formación era «escaso», ha recordado uno de sus responsables, Nolo Botana; en la actualidad, cuentan con dos locales en la capital y cursos de formación para baristas.

«En aquel entonces no había el volumen que había ahora (…) creímos que la formación era un pilar indiscutible del negocio», ha explicado Botana tras haber colgado el cartel de «completo» en muchos cursos y contar con hasta dos meses de espera para formaciones como el «barista bootcamp», un curso intensivo.

El hecho de contar con formación propia ha ayudado a este negocio a conocer a posibles trabajadores y, al mismo tiempo, a que estos, una vez especializados, puedan ofrecer los cursos.

Además, para Botana, aún hay lugar para estos perfiles en el mercado laboral, ya que el sector está en auge y el consumidor es más consciente del «café de calidad» y está dispuesto a pagar por ello.

La barista Gwen Guadarrama decidió hacer uno de los cursos de Hola Coffee porque necesitaba un «descanso» tras trabajar doce años en el mundo del diseño. «Me enganché», ha reconocido, y, tras trabajar en otros negocios, pasó a formar parte del equipo de Botana como formadora.

«Mientras más avanzas, más hay por descubrir», ha reconocido Guadarrama, para quien es necesario formarse en esta disciplina que «aún es muy desconocida» y en la que es necesario «dedicación, constancia y concentración» para manejar el arte de calibrar un expreso, los ratios y el tiempo. EFE

Celia Arcos