Madrid, 15 jun (EFE).- El modo reforzado de operación del sistema eléctrico -donde se usan más los ciclos combinados- tras el apagón del pasado 28 de abril ha hecho que el consumo de gas natural para generación eléctrica aumente un 68 % en mayo, en un mes donde Estados Unidos se consolidó como principal origen de las importaciones de este.
El último boletín mensual de Enagás, publicado la pasada semana, muestra que la demanda de gas para el sector eléctrico repuntó un 68,2 % en mayo respecto al mismo mes del año anterior, hasta los 7.185 gigavatios-hora (GWh); mientras que la demanda convencional de gas retrocedió un 5,1 %, hasta los 17.262 GWh.
En total, la demanda del mercado nacional acumula un repunte del 3,1 % hasta los 137.373 GWh entre los meses de enero y mayo de 2025; si solo se observa el acumulado anual de la demanda de gas para el sector eléctrico, esta crece un 27,2 %, hasta los 31.565 de GWh.
«A partir del día 28 de abril, el operador del sistema ha incrementado sensiblemente la potencia síncrona en el sistema para garantizar que no vuelven a producirse problemas en el suministro eléctrico», apunta a EFE Óscar Barrero, socio responsable de Energía en PwC.
Barrero añade que dicho aumento fue principalmente de ciclos combinados, lo que hizo que se incrementara, en consecuencia, la demanda de gas para producción eléctrica.
El experto señala que la demanda eléctrica se ha incrementado con la subida de temperaturas, lo cual también hace que aumente el requerimiento de producción de los ciclos combinados, pero destaca que el factor principal ha sido el cambio en el modo de operación del sistema.
Los ciclos combinados de gas -que queman gas natural para generar electricidad- han incrementado su papel dentro del ‘mix’ energético tras el apagón debido, según los expertos, a la estabilidad que estos aportan al sistema.
En meses anteriores, el gas para este uso de generación de electricidad también había registrado repuntes, aunque en menor porcentaje.
Así, en abril según el boletín de dicho mes, el avance fue del 24,3 % hasta los 5.532 GWh; en marzo, del 12,2 %, con 5.348 GWh en demanda del sector eléctrico; en febrero, del 46,9 % hasta 6.544 GWh; y en enero, del 1,1 % hasta 6.956 GWh.
María Ángeles Ruiz Ezpeleta, profesora de EAE Business School, señala a EFE que España es un país «dependiente de los combustibles fósiles para la generación de electricidad» y añade que el gas puede tener un peso de entre el 15 y el 20 % según periodos, por lo que no hay duda de que si se refuerza la producción de electricidad crece su consumo.
«Deberíamos esperar al cierre anual para ver si ese aumento del 68 % en consumo interanual tiene una incidencia significativa en el consumo global del gas durante el año 2025 en la generación de la electricidad», apunta.
El origen del gas
Estados Unidos es el principal mercado de origen de las importaciones de gas natural en España con los datos hasta mayo, al representar hasta ese mes un 34 % del total de importaciones, hasta los 9.183 GWh.
Tras el mercado estadounidense, se situó Argelia, con un 30,6 %, y a mayor distancia Rusia, un 14,2 %, afectada por las sanciones de la Unión Europea.
Por detrás de estos, se encuentran países como Nigeria, con un 7,6 % del acumulado anual hasta mayo, y Angola, con un 3,8 %.
Tras la invasión de Ucrania en 2022, la UE aprobó sanciones contra las importaciones de carbón, petróleo y diésel de Rusia. Sin embargo, la descarga de buques metaneros con GNL ruso no se incluyó dentro de estas.
Además, España es el país de la UE con el mayor número de plantas regasificadoras, lo que también le convierte en un puerto de entrada de gas para sus vecinos europeos.
En el caso del gas estadounidense, Barrero señala que, en principio, su impacto debería ser positivo sobre los precios de gas en Europa, llevándolos hacia la baja, porque la perspectiva de un incremento de gas americano -que es «muy competitivo» en costes- alivia la tensión de suministro ante la limitación de gas ruso.
Aunque también advierte de que hay que tener en cuenta que el mercado es global, por lo que puede verse afectado por las tensiones de oferta y demanda de otras zonas.