Madrid, 21 may (EFE).- Agentes de la Policía Nacional han confirmado este miércoles en sede judicial que el acusado de atropellar mortalmente a cuatro personas en una boda en Torrejón de Ardoz (Madrid) aceleró antes de acometer contra la multitud, según pudieron comprobar en varios vídeos de cámaras de seguridad de una nave cercana.
El juicio con jurado contra Micael D. S. M., conocido como el Portugués, ha proseguido este miércoles en la Audiencia de Madrid con declaraciones de más policías, quienes han señalado que los vídeos que visualizaron apuntan a que el coche que conducía el acusado había “incrementado la velocidad”, lo que coincide con lo afirmado por varios invitados de la boda en sesiones anteriores, quienes aseguraron haber escuchado un “acelerón brusco”.
Según un subinspector del grupo de Homicidios, las imágenes que visualizaron coinciden con los testimonios que recabaron en la boda, que se celebró el 6 de noviembre de 2022. En concreto ha relatado que vieron sombras “saltando por los aires”. “Algunos estaban de espaldas (…). No sabían que iban a ser atropellados”, ha subrayado.
Asimismo, ha negado que invitados persiguieran al Portugués hasta su coche, tal y como habían asegurado sus acompañantes la semana pasada. “Nadie corre tras ellos”, ha puntualizado.
El subinspector también ha descartado que el acusado, al que vio después de que fuera detenido en Seseña (Toledo), tuviera lesiones en el rostro, si bien ha reconocido que tenía “pequeños cortes” en las manos que pudieron ser producidos por la proyección de cristales de la luna de su coche, que estaba rota. “No eran cortes de arma blanca”, ha aseverado, antes de añadir que sus hijos tampoco tenían “ningún tipo de lesión”.
Por estos hechos la Fiscalía pide 226 años de cárcel por cuatro delitos de asesinato y nueve en grado de tentativa (hubo nueve heridos) para el acusado, mientras que cuatro de las cinco acusaciones ejercidas por las víctimas elevan su petición a la prisión permanente revisable.
Por su parte, su abogada pide su absolución al argumentar que concurren las eximentes de miedo insuperable y estado de necesidad.
Descartan “por completo” que hubiera un tiroteo
Al igual que en la sesión del pasado martes, agentes de la Policía Nacional han aclarado que no hallaron armas de fuego o vestigios de que se hubiera producido un tiroteo en el lugar de la celebración, el restaurante El Rancho, en contra de lo sostenido por el Portugués.
“Descartamos por completo la existencia de un tiroteo”, ha señalado uno de ellos, a la vez que ha aclarado que no encontraron ningún testigo presencial que les confirmara que se había producido una reyerta con armas de fuego, que es lo que la policía pensaba en un primer momento porque así se les indicó en varias de las llamadas que recibieron antes de acudir al lugar de los hechos, pero que descartaron tras inspeccionar el lugar.
Preguntado por la posibilidad de que se hubiera usado una bolsa para guardar los casquillos para no dejar rastro, otro agente ha afirmado que “nunca lo ha visto” en sucesos similares y ha aclarado que este objeto es algo más propio del crimen organizado, y no de una reyerta. “No había nada (…). No había ningún vestigio balístico que indicara que allí se habían producido tiros”, ha concluido.
