Bruselas, 3 sep (EFE).- La instalación de infraestructura para generar energía eólica en la Unión Europea se está estancando, avisó hoy la patronal WindEurope al calor de los datos del primer semestre de 2025, que arrojan en general cifras menos optimistas de lo esperado, con excepción de Alemania, que continúa desplegando parques y turbinas a buen ritmo, seguida de España y Reino Unido.
«Europa construyó 6,8 gigavatios (GW) de nueva potencia eólica en la primera mitad de 2025. Es menos de lo esperado y claramente insuficiente para cumplir los objetivos de seguridad energética y clima de la UE para 2030. Excepto Alemania, la mayoría de países europeos no están haciendo lo suficiente para desplegar más energía eólica», resumió la patronal sectorial comunitaria en un comunicado.
Alemania instaló 2,2 GW, seguida de España (889 megavatios) y el Reino Unido (769 megavatios), tres países que acapararon el 57 % de la nueva potencia instalada y a los que sigue Turquía, con 593 nuevos megavatios.
Del total instalado, el 89 % corresponde a eólica terrestre (5,3 GW), lo que sitúa en 291 GW el conjunto de la potencia instalada en Europa, con una distribución de 254 GW en tierra y 37 GW en el mar.
WindEurope destaca el rápido despliegue en Alemania, que esté año alcanzará 5 GW de eólica terrestre, casi el triple de la media de los últimos cinco años.
Se debe a que Berlín aplica «rigurosamente» las nuevas normas europeas de autorización, lo que reduce los tiempos de espera a unos 18 meses y no años, circunstancia que ha permitido dar el visto bueno a 15 GW de nuevos parques eólicos terrestres en 2025 y «va camino de superar esa cifra en 2025».
Sin embargo, la mayoría del resto de países de Europa y de los socios de la UE va «peor en materia de permisos», apunta WindEurope, ya que ninguno de los otros 26 Estados de la Unión Europea autoriza nuevos parques eólicos en menos de 24 meses.
A ello se suma la «lenta expansión de las redes eléctricas europeas, el estancamiento de los esfuerzos por electrificar la economía y el diseño poco óptimo de las subastas siguen siendo puntos críticos», lamenta la patronal.
«La eólica es competitiva: abarata los costes de la electricidad para ciudadanos y empresas. Es segura: las turbinas nacionales reducen dependencias costosas y peligrosas de las importaciones de combustibles fósiles. Y es buena para la economía: crea empleo e ingresos fiscales», declaró el director ejecutivo de Wind Europe, Giles Dickson.
El sector da empleo a unas 400.000 personas en Europa y cada turbina aporta 16 millones de euros al PIB, según la patronal.
Perspectivas
Los datos del primer semestre han llevado a WindEurope a rebajar sus perspectivas para el conjunto del año en Europa, pasando de 22,5 GW previstos al inicio de 2025 a uno 19 GW esperados ahora.
Para la UE, en particular, la previsión pasa de 17 GW a 14,5 GW. Esto hace que la proyección para 2030 sea ahora de 344 GW de capacidad (198 GW terrestres y 46 GW marinos), mientras que el objetivo del bloque comunitario es alcanzar los 425 GW en esa fecha, lo que supone un recorte del 19,1 % según lo previsto anteriormente.
«La industria europea necesita electricidad barata para competir con China y EE. UU. Pero demasiados Gobiernos siguen mostrándose tibios en la expansión de la eólica (…). Hacer negocios en Europa resulta mucho más difícil si la UE no cumple con sus objetivos energéticos», apuntó Dickson.
Pese a ese mensaje, WindWurope también detecta «señales positivas» pues los pedidos de turbinas e inversiones en parques eólicos muestran una tendencia al alza.
Entre enero y junio de 2025, se tomaron decisiones finales de inversión en parques eólicos por valor de 34.000 millones de euros, más que en 2024, de los que 22.000 se destinarán a eólica marina. Ese dinero financiarán en total 14 nuevos GW.
Además, los fabricantes europeos han registrado 11,3 GW de pedidos firmes de turbinas en la primera mitad del año, un 19 % más que en el mismo período de 2024.