Valladolid, 15 jul (EFE).- El balonmano playa está en pleno auge en España y se verá reforzado tras el título europeo logrado por las «Guerreras de arena» y la plata lograda por el combinado masculino en el ámbito continental, no solo en localidades con mar, sino también en el interior, como es el caso de Castilla y León.
En esa comunidad no hay playas pero sí campos en los que entrenar y si la temporada del balonmano playa es mucho más reducida que en la de pista, en virtud de la climatología, los equipos se preparan de mayo a septiembre u octubre.
De ahí que la disciplina vaya ganando cada vez más adeptos, ya que ofrece una espectacularidad más que evidente, gracias a los «flys» y a los giros de 360 grados que efectúan los jugadores a la hora de lanzar, puesto que estos puntúan doble, al igual que los tiros de los especialistas, de los porteros o con los penaltis.
Cuatro por equipo

Solo puede haber cuatro componentes de cada equipo sobre la arena, el guardameta, más tres jugadores de campo que, como sucede en el balonmano en pista, pueden entrar desde un espacio concreto para potenciar la defensa o el ataque.
Han sido muchos los deportistas que compaginan su carrera profesional en pista con el balonmano playa, ya que este lo practican en verano, cuando ya ha finalizado la temporada oficial, lo que les permite acudir a torneos y seguir disfrutando de lo que más les gusta.
Es el caso de Álvaro y Miguel Martínez, jugadores de Asobal que la próxima campaña estarán en las filas del BM Logroño, tras haberse formado en el Recoletas Atlético Valladolid, el club de su ciudad, y que decidieron crear un equipo de balonmano playa, «AC Kaló», que se proclamó campeón del torneo de Suances y subcampeón del recién celebrado Arena Ciudad de Valladolid.
Los de la Asobal desconectan con el balonmano playa
Martínez detalló a EFE que llevan ya cinco años con este proyecto, que cuenta con otros jugadores de Asobal y de Primera Nacional como Dani Pérez, Pablo Herranz o Torío, con el que pueden «desconectar» del balonmano en pista, sin aparcar el deporte que llevan en sus venas desde pequeños.
«Es totalmente diferente. Mucho más espectacular y en un ambiente distinto, que se disfruta mucho ya que, aunque siempre vamos a competir y a tratar de ganar, lo más importante es divertirse y pasar un buen rato con tus compañeros y con jugadores de otros conjuntos», añadió.
Este próximo fin de semana -del 18 al 20 de julio- han organizado un torneo en la localidad vallisoletana de Pozal de Gallinas, donde están impartiendo un campus de balonmano estos días, en la que ya han confirmado su participación once equipos.
Andalucía y Cataluña son dos de las comunidades que más destacan en balonmano playa, ya que suelen contar con más jornadas de trabajo durante el año, pero poco a poco van surgiendo más clubes en el resto del territorio nacional, estén o no en la costa.
En León, destaca la labor del CD Astura, que tiene su sede en Villacelama y que está tratando de hacerse un hueco dentro del circuito de la Federación Española, mientras que en Valladolid, además del AC Kaló, hay varios conjuntos como el Playa Valladolid, que en categoría femenina, cuenta con jugadoras de División de Honor y Plata.
Este último, de la mano de David Piquero, es el responsable del torneo Arena Ciudad de Valladolid, que ya ha cumplido su séptima edición y que, ha reunido, en la última, a 41 equipos de toda España y dos de Francia, ofreciendo un alto nivel deportivo.
En categoría sénior masculina, los vascos de SYF Flying Free se impusieron en la final a AC Kaló, mientras que en la femenina, fueron las galas de HCB Beach las que se llevaron el título del torneo vallisoletano, tras ganar a las cántabras de Rose Beach.
La Federación de Balonmano de Castilla y León va dando pasos pequeños, pero seguros, para tratar de llegar a conseguir medallas en los Campeonatos de España, como la realización de jornadas de balonmano playa en las instalaciones del Soto de la Medinilla, en Valladolid, para equipos desde benjamín hasta infantil.
Tienen claro que cada vez hay más personas interesadas en tener la titulación para entrenar en playa y están tratando de dar su apoyo como organismo para hacer que esta modalidad se haga más fuerte en la comunidad, donde va adquiriendo un interesante nivel.
Inés Morencia