São Paulo, 8 sep (EFE).- El Sindicato de Trabajadores Bancarios de São Paulo denunció que Itaú Unibanco desvinculó este lunes a aproximadamente mil empleados tras monitorearlos por «más de seis meses» y detectar «una baja adhesión al teletrabajo», según informó a través de un comunicado.
De acuerdo con la patronal, los damnificados, que ejercían su jornada laboral de forma híbrida o bajo régimen total de teletrabajo, fueron despedidos por supuestos registros de inactividad en sus máquinas corporativas, «sin previo aviso ni diálogo con el sindicato».
Los periodos de inactividad que, según el banco, podían ser de cuatro horas o más, no consideran «la complejidad de la banca remota, posibles fallas técnicas, problemas de salud, sobrecarga o ni siquiera la organización del trabajo en equipo», criticó en el comunicado el director del Sindicato, que además es empleado del Itaú, Maikon Azzi.
El dirigente además destacó que los despidos se realizaron «de forma arbitraria y deshumana», ya que, en estos meses de monitoreo, no existió un intento de diálogo con los trabajadores, ya sea una advertencia para corregir las conductas o para entender los motivos de la inactividad.
En la nota, el sindicato pide que los puestos ahora vacantes sean repuestos, ya que los trabajadores de la compañía están «sobrecargados».
Por otro lado, en un breve comunicado enviado a EFE, el Banco Itaú no especificó la cantidad de trabajadores desvinculados pero sí argumentó que la decisión responde a «una revisión criteriosa de las conductas relacionadas al trabajo remoto y al registro de la jornada».
Según la entidad financiera, «en algunos casos fueron identificados patrones incompatibles» con los «criterios de confianza» que tiene el banco.
«Estas decisiones forman parte de un proceso de gestión responsable y tienen como objetivo preservar nuestra cultura y la relación de confianza que hemos construido con nuestros clientes, colaboradores y la sociedad», expresó la oficina de prensa de Itaú.
El brasileño Itaú, el mayor banco privado de Latinoamérica, con operaciones en 18 países, obtuvo en el primer semestre de 2025 un beneficio neto de 22.636 millones de reales (unos 4.112,2 millones de dólares), un valor un 14,1 % superior al de los primeros seis meses del año pasado.