Moscú, 6 jun (EFE).- El Banco Central (BC) ruso bajó este viernes los tipos de interés por primera vez desde el primer año de la guerra, de un 21 % a un 20 %, tras una campaña de presión de empresas, altos funcionarios y políticos que criticaron la prolongada política antiinflacionaria.
«El Consejo de Administración del Banco Central de Rusia decidió reducir el tipo de interés en 100 puntos básicos, hasta el 20 % anual», comunicó la entidad emisora, lo que significa la primera bajada desde septiembre de 2022.
Del mismo modo, el BC aseguró que «mantendrá las condiciones monetarias restrictivas necesarias para que la inflación vuelva a la meta impuesta para 2026, lo que implica un largo periodo de política monetaria restrictiva».
Según afirman, la decisión acerca de las próximas políticas sobre la tasa de interés se tomará en función de la velocidad y la sostenibilidad en la que se reduzca la inflación, así como de sus expectativas.
El órgano financiero aclara que las expectativas inflacionarias se mantienen altas, lo que dificulta el impacto de las políticas actuales, así como su sostenibilidad.
Actualmente, sostienen que la inflación se encuentra en un 9,8 % y que los datos de mayo indican una desaceleración en el crecimiento de los precios, «aunque con un aumento significativo de la volatilidad».
El Banco Central ya aclaró anteriormente que para este año prevén una horquilla de entre el 19,5 y el 21,5 % de tasas de interés, mientras que en 2026 se espera una bajada a un 13 o 14 %.
La entidad ha mantenido inamovibles los tipos de interés desde octubre de 2024 y prevé que este año la inflación se sitúe en un 7 %, mientras que a principios de marzo se encontraba, oficialmente, en un 10,34 %, aunque algunos medios señalaron que podría estar realmente bastante por encima del 20 %.
Sin embargo, las duras políticas del BCR están frenando la economía rusa, ya de por sí recalentada por la guerra, lo que ha provocado las críticas hacia su jefa, Elvira Nabiúlina, por parte de numerosos políticos rusos, incluido el primer ministro, Mijaíl Mishustin.
Debido a la alta política crediticia, numerosas empresas que no estaban estabilizadas financieramente han quebrado durante los últimos meses, cuando ya en 2024 los ingresos presupuestarios anuales procedentes de los procedimientos de quiebra aumentaron en un 26 %.