El Banco de España alerta de que la guerra arancelaria restará competitividad al turismo

Imagen de archivo del gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá. EFE/ Borja Sanchez-Trillo
Madrid, 20 may (EFE).- El Banco de España alerta de que la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos no solo afectará a los bienes, sino también de manera indirecta a los servicios, porque el impacto del conflicto sobre la actividad global y la apreciación del euro restarán competitividad al turismo español, con menos viajeros extranjeros.La entidad dedica un capítulo específico a la incertidumbre internacional en su informe anual de 2024 publicado este martes, en el que señala que el transporte y los servicios profesionales también se verían afectados por las tensiones comerciales.El informe explica que aunque no se apliquen aranceles al comercio internacional de servicios, el contenido de servicios nacionales en las exportaciones de manufacturas españolas es de algo más del 20 % con datos de 2020, mientras que el contenido de servicios extranjeros es de casi el 15 %.En el caso concreto del sector turístico, la amenaza proviene de una caída de la demanda global como consecuencia de la ralentización económica global y de la “notable apreciación” del euro frente al dólar, que ha alcanzado el 7,5 % en lo que va de año, lo que “afectaría negativamente a las llegadas de turistas extranjeros o a su nivel de gasto”.El arancel medio efectivo podría llegar al 18 %Los cálculos del Banco de España apuntan a que el arancel medio efectivo soportado por las exportaciones hacia Estados Unidos podría llegar al 18 %, frente al 12 % actual, si se materializan los aranceles “recíprocos” anunciados por EE. UU. el pasado 2 de abril.Esto supondría un aumento de 15 puntos porcentuales respecto al arancel medio efectivo del 3 % que existía en 2023, siendo los sectores más afectados por esta situación el farmacéutico -con caídas del 1,5 % en su producción en España-, el químico -con un descenso del 0,5 %-, y el de metales básicos -con una bajada del 0,5 %-.El impacto final dependerá de cómo reaccione la demanda estadounidense a la subida de precios y de la capacidad de las empresas españolas para ajustar márgenes y para encontrar mercados de exportación alternativos.Al respecto, dice que la literatura académica sugiere que productos como el vino o el aceite de oliva son más sustituibles que otros como los farmacéuticos o los aparatos eléctricos, aunque también señala que hay estudios que concluyen que las empresas exportadoras tienen, en general, “una notable capacidad de adaptación a los incrementos arancelarios”.El informe insiste, no obstante, en que España mantiene una balanza comercial equilibrada con Estados Unidos y una exposición directa limitada, aunque “algo más elevada en algunos sectores concretos” como los minerales no metálicos (12 % de las exportaciones orientadas hacia Estados Unidos), la maquinaria y el equipo (10 %) y el material y el equipo eléctrico (8,5 %).La exposición indirecta es mayor debido a la integración de la economía española en las cadenas globales de valor.En este contexto ha ganado relevancia la necesidad de incrementar el gasto en defensa en la UE para aumentar la autonomía europea en materia de seguridad, que en el caso de España ha supuesto elevarlo al 2 % del PIB .El informe dice que un mayor gasto militar podría tener un impacto multiplicador sobre el crecimiento del PIB que oscilaría entre 0,6 y 1,5 en un horizonte de 2 a 4 años, mientras que la incidencia en la inflación es relativamente reducida si el impulso se concentra en la inversión, algo que no ocurre en el caso español en el que se asignan más recursos al gasto en personal. EFErco/mmr/sgb