Bangkok, 12 jun (EFE).- La economía de Birmania (Myanmar) se contraerá un 2,5% durante el presente ejercicio fiscal a raíz del impacto del devastador terremoto que golpeó a finales de marzo a la región centro-norte del país, entre otros factores, apunta este jueves en un informe el Banco Mundial (BM).
El organismo estima en 11.000 millones de dólares, equivalentes al 14 % del producto interior bruto (PIB) del país, los daños en propiedades e infraestructura causados por el sismo de magnitud 7,7 registrado el 28 de marzo, que dejó más de 3.700 muertos, según las cifras de la junta militar que detenta el poder.
El BM, en su informe titulado «réplicas económicas», también prevé que la producción económica de Birmania sea 2.600 millones de dólares, o alrededor del 4% del PIB, inferior a la que habría sido en otras circunstancias.
Por estos y otros factores, el Banco Mundial «revisó a la baja» el crecimiento para el ejercicio fiscal 2025/26, que comprende entre abril de 2025 y marzo de 2026, de un crecimiento del 2% a una contracción del 2,5%, «principalmente debido al impacto del terremoto», apunta el ente.
«Los efectos del terremoto de marzo siguen perturbando las vidas y los medios de subsistencia, agravando unas condiciones económicas ya de por si muy difíciles (…) que se han sumado a los desafíos actuales derivados del conflicto», subraya el informe.
«Se espera que la actividad (económica) se recupere parcialmente en la segunda mitad del año apoyada por los esfuerzos de reconstrucción», señala el texto.
Conforme a los datos de Naciones Unidas, unos 17 millones de personas se vieron afectadas por el sismo, incluidos 9 millones especialmente damnificados cerca del epicentro, registrado entre las localidades de Mandalay y Sagaing.
El país, sumido en el caos desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, ya registró el ejercicio anterior una contracción del 1% del PIB debido, en gran medida, a las graves inundaciones en el país por el envite del tifón Yagi, que dejó más de 400 muertos.
La sublevación castrense sumió a Birmania en una profunda crisis política, social y económica y ha abierto una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
«Los conflictos siguen interrumpiendo rutas comerciales críticas y la actividad económica en las zonas afectadas», recuerda el BM, cuyo análisis de datos señala un «descenso» de actividad económica en «todos los sectores» desde principios de año.