Barcelona, 24 abr (EFE).- Tras perder el miércoles el primer partido de los cuartos de final de la Euroliga frente al Mónaco (97-80), el Barça afrontará este viernes (19:00h CET) el segundo asalto a domicilio con la obligación de endurecerse si pretende que la serie llegue igualada al Palau Blaugrana la próxima semana.
Y es que la disparidad en los contactos y el listón físico -alimentada por la permisividad arbitral- fue el elemento diferencial en el duelo que abría la serie, que fue una montaña rusa hasta el descanso, y se rompió con un parcial de 32-17 en el tercer cuarto.
Más allá de elevar el tono físico, el equipo entrenado por Joan Peñarroya deberá mantener la concentración en un contexto de máxima tensión que llevó a la descalificación del base Tomas Satoransky en el último periodo.
Un cortocircuito que afectó al juego del Barça, que se encontró cómodo cuando pudo correr, pero sufrió en el ataque estático y se quedó en 11 asistencias, cuando roza las 20 de promedio. En defensa, el cuadro azulgrana sufrió para contener el talento del Mónaco en el perímetro.
Pero además, el ejercicio defensivo del Mónaco y la falta de concentración de los azulgrana les llevó a perder 18 posesiones, demasiadas para un equipo que parecía desconectado.
En el primer partido, en el Barça dio la impresión de que cada uno iba por su lado y únicamente Youssoupha Fall, con dobles figuras (13 puntos y 14 rebotes, 25 de valoración) respondió a la exigencia del partido.
Vivió unos cuantos minutos, especialmente los iniciales, de la inspiración de Kevin Punter, pero se apagó rápidamente; Darío Brizuela también tuvo algún momento brillante, pero en líneas generales, el equipo de Peñarroya echó en falta jugar como equipo, y también a algunas de sus estrellas.
Por ejemplo, Jabary Parker estuvo desaparecido (7 puntos, 3 de valoración), mientras Willy Hernangómez y Justin Anderson firmaron una valoración negativa.
El Barça dominó el rebote -lo único positivo para los azulgrana del partido-, pero nunca pudo correr y si los azulgranas no juegan en transición defensa-ataque, sus opciones de victoria se minimizan y más cuando no igualan la intensidad física del rival.
Peñarroya lo sabe y los suyos también, por eso el partido de este viernes se adivina definitivo para la suerte de la eliminatoria. Enfrente, el Mónaco, que había encajado dos derrotas en los dos primeros partido ante el Barça, ha ganado muchísima consistencia con el fichaje del Ex NBA Daniel Theis.
El alemán desmontó al Barça abriendo el juego y con 22 puntos y 23 de valoración estuvo entre los destacados. Mike James sumó otros 22 tantos, mientras que Elie Okobo fue el mejor de los de Vassilis Spanoulis con 19 puntos, 7 asistencias y una valoración de 26.