El batallón de burros bomberos, un arma eficaz contra el fuego para Doñana

El batallón de 'burros bomberos' de Doñana es un grupo de 18 animales cuya labor preventiva, el desbroce cortafuegos en el entorno del espacio natural, planifica la asociación 'El Burrito Feliz' (EBF), demostrando desde hace 12 años que es clave para evitar incendios como los que han asolado varias regiones españolas. El cuartel general de estos asnos está en Hinojos (Huelva). Desde allí al llegar la primavera y hasta entrado el otoño, parten a diario a las zonas de cortafuegos seleccionadas por la asociación para realizar su labor, que comienza sobre las 7:00 horas, ha explicado a EFE el presidente de EBF, Luis Manuel Bejarano. En la imagen, Cristina Mariño de la asociación Mujeres de Doñana. EFE/David Arjona

Laura Ramírez

El batallón de 'burros bomberos' de Doñana es un grupo de 18 animales cuya labor preventiva, el desbroce cortafuegos en el entorno del espacio natural, planifica la asociación 'El Burrito Feliz' (EBF), demostrando desde hace 12 años que es clave para evitar incendios como los que han asolado varias regiones españolas. El cuartel general de estos asnos está en Hinojos (Huelva). Desde allí al llegar la primavera y hasta entrado el otoño, parten a diario a las zonas de cortafuegos seleccionadas por la asociación para realizar su labor, que comienza sobre las 7:00 horas, ha explicado a EFE el presidente de EBF, Luis Manuel Bejarano (en la imagen). EFE/David Arjona

Huelva, 24 ago (EFE).- El batallón de ‘burros bomberos’ de Doñana es un grupo de 18 animales cuya labor preventiva, el desbroce cortafuegos en el entorno del espacio natural, planifica la asociación ‘El Burrito Feliz’ (EBF), demostrando desde hace 12 años que es clave para evitar incendios como los que han asolado varias regiones españolas.

El batallón de 'burros bomberos' de Doñana es un grupo de 18 animales cuya labor preventiva, el desbroce cortafuegos en el entorno del espacio natural, planifica la asociación 'El Burrito Feliz' (EBF), demostrando desde hace 12 años que es clave para evitar incendios como los que han asolado varias regiones españolas. El cuartel general de estos asnos está en Hinojos (Huelva). Desde allí al llegar la primavera y hasta entrado el otoño, parten a diario a las zonas de cortafuegos seleccionadas por la asociación para realizar su labor, que comienza sobre las 7:00 horas, ha explicado a EFE el presidente de EBF, Luis Manuel Bejarano. EFE/David Arjona

El cuartel general de estos asnos está en Hinojos (Huelva). Desde allí al llegar la primavera y hasta entrado el otoño, parten a diario a las zonas de cortafuegos seleccionadas por la asociación para realizar su labor, que comienza sobre las 7:00 horas, ha explicado a EFE el presidente de EBF, Luis Manuel Bejarano.

Durante siete horas de trabajo desbrozan, normalmente, un cortafuego -algunos días más-, que son espacios cercados por vallas desmontables de unos 40 metros de largo por 20 de ancho metidas en los bosques en los que tratan de acabar con todo el pasto, verde en primavera y seco en verano, y toda la maleza residual que haya.

En su labor, están vigilados por el colectivo ecologista femenino ‘Mujeres por Doñana’: «Estas mujeres se desplazan físicamente junto a los burros y les acarrean el agua que necesitan para cada jornada, unos 15 0 20 litros por animal».

   

    Zonas útiles

Para la selección de los cortafuegos, explica Bejarano, se realiza un trabajo previo de campo buscando la utilidad: «No se trata de donde haya mucho pasto, sino en esas gargantillas, en esos estrechamientos de bosque, donde si conseguimos un buen cortafuego y en el caso de que haya un incendio, los equipos humanos tendrían tiempo de detenerlo».

Su tarea durante estos años se ha centrado en el preparque de Doñana, que está en el término municipal de Hinojos, principalmente en una zona que se llama Arroyo Algarbe, «un importante territorio lincero y cuyos bosques son un tesoro que hemos logrado mantener libre de incendios desde hace 12 años gracias a la labor de estos burros que ha sido reconocida por la Unidad Militar de Emergencia».

«¿Podríamos abarcar más territorio? Sí, a veces variamos y vamos a otras zonas, pero creemos que esa, muy amplia, es la más interesante, y no se trata de abarcar mucho, sino apretar con realidad, preferimos tener esa totalmente limpia y que funcione, en eso se basa el éxito de la de la unidad», remarca.

 

    Planificación

En ese éxito tiene mucho que ver el animal elegido: burros, en este caso de la raza de origen vasco denominada «de las encartaciones», que son «animales muy selectivos, que no hacen ningún daño al bosque porque no se comen los plantones» y, fundamentalmente, la planificación.

Tras los incendios de las últimas semanas, no han sido pocos los que han remarcado la necesidad de que se saquen los animales al campo a pastar para acabar con la vegetación seca como una forma natural de paliar estos siniestros, pero según Bejarano eso «no es así tal cual, para que resulte eficaz hay que planificarlo».

«Si tú sueltas 10.000 cabras a su libre albedrío, pues habría miles de accidentes de tráfico porque no se queda donde tú quieres, ni cualquier otro animal; eso se podía hacer antes, cuando no había carreteras.

Los animales deben estar confinados en sus cortafuegos, tener una un área en la que descansar tras su labor donde, además, se les da un aporte de pienso y se les cepilla y, lo que es muy importante, estar allí con ellos y tener un plan de fuga, por si hay alguna emergencia», explica.

 

    Falta de ayudas

Todo este trabajo lo viene realizando desde el inicio la asociación de forma altruista: «Pese a lo que puedan pensar algunas personas no recibimos ningún tipo de ayuda por parte de ninguna administración».

«Llevamos cinco años requiriendo ayuda a la Junta de Andalucía, solicitando que al menos nos proporcionen vallas y depósitos de agua, pero no les interesa ni les parece importante la prevención con burros bomberos. Entonces, bueno, seguimos trabajando con ilusión, pero pagando todo de nuestros bolsillos».

Una ilusión cargada de aspiraciones como, por ejemplo, la de que este batallón cuente con hasta 25 miembros para poder ampliar la importante labor que desarrollan, una labor clave para la protección de esos ecosistemas de bosques del entorno de Doñana.