El BBVA prosigue con su opa al Sabadell aunque el Gobierno retrase una fusión
Madrid, 30 jun (EFE).- El BBVA ha anunciado este lunes que sigue adelante con su oferta pública de adquisición de acciones (opa) sobre el Banco Sabadell a pesar de que el Gobierno impedirá que ambas entidades se fusionen al menos en los próximos tres años, en el caso de que prospere la operación. El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que no tira la toalla y prosigue adelante con sus planes a pesar de que la condición el Gobierno hará que se necesite más tiempo para conseguir las sinergias. El BBVA explica que actualizará y publicará toda la información relevante una vez obtenga la aprobación del folleto de la opa por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Dicha aprobación se producirá previsiblemente en las próximas semanas. El banco mantiene su opa porque, según explica en un comunicado, el proyecto crea «un enorme valor» para los accionistas de ambas entidades y representa «una oportunidad única» para construir uno de los bancos más competitivos e innovadores de Europa. Torres insiste en su tesis de que BBVA y Sabadell juntos serán una entidad más sólida, con mayor escala y con capacidad para aumentar en 5.000 millones de euros anuales la financiación a familias y empresas, impulsando así el crecimiento económico del país. La decisión de seguir adelante con la opa tiene el soporte pleno y unánime del consejo de administración del BBVA. La condición del Gobierno El último Consejo de Ministros autorizó la opa del BBVA al Sabadell con la condición de que si prospera se mantengan las dos entidades por separado, incluyendo su gestión, durante al menos tres años, que podrían llegar a ser cinco. El plan inicial del BBVA pasaba por integrar en el grupo al Sabadell para obtener durante los tres primeros años unas sinergias o ahorros de 850 millones: 450 millones en gastos de tecnología, 300 millones en gastos de personal y 100 millones en ahorros financieros. Sin embargo, a la vista del rechazo desde un primer momento del Gobierno a una fusión entre el BBVA y el Sabadell, el banco comprador empezó a barajar un escenario en el que la entidad catalana se mantendría como filial del grupo, al igual que el Santander tuvo durante más de dos décadas al Banesto. Un proceso de integración suele tardar un par de años en completarse y, además, el impuesto extraordinario a la banca tendría un coste mayor para el BBVA si integra al Sabadell, ya que es progresivo, por lo que mantener al banco catalán como filial el grupo tendría una cierta ventaja fiscal. En el lado contrario está que las sinergias previstas en su día de 850 millones serían imposibles de conseguir, lo que a priori resta atractivo a la operación y obliga al BBVA a recalcular sus cifras y hace que el banco admita desde ya que necesitará más tiempo para materializarlas. Sobre el papel, el acuerdo del Consejo de Ministros impide que tanto el BBVA como el Sabadell lleven a cabo recortes de plantilla o cierres de sucursales ligados a la operación, si bien no cierra la puerta a que estos se produzcan si buscan maximizar el valor de cada entidad. Como el BBVA sigue adelante con la opa, ahora queda que la CNMV apruebe el folleto para que pueda comenzar el periodo de canje en el que los accionistas del Sabadell tendrán que decidir si venden sus acciones al banco. Este periodo de canje tiene que durar un mínimo de 15 días, que se convierten en realidad en al menos 30 días, pero como no se contempla la posibilidad de que concluya en agosto y la ley permite que pueda alargarse hasta un máximo de 70 días, continuaría en septiembre. Desde el Sabadell, cuya cúpula se defiende desde que se lanzó la opa, consideran que buena parte de los pequeños accionistas tendrían que pagar impuestos si aceptan el canje, pues antes de recibir la acciones del BBVA tendrían que vender las de la entidad catalana y tributar por la plusvalía que pudieran anotarse. Además de eso, el banco que lidera César González-Bueno ultima un plan estratégico que presentará el 24 de julio, coincidiendo con los resultados de la primera mitad del año, para convencer a sus accionistas del potencial de la entidad en solitario.