Noelia López
Madrid, 24 sep (EFE).- La reprobación de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, por los fallos de las pulseras para alejar a los maltratadores y la gestión de la crisis que se ha creado ha cerrado un pleno del Congreso que ha expuesto de nuevo las grietas en el bloque de la investidura.
Si en la jornada del martes fue Podemos quien propició que no comenzara la tramitación de la delegación de las competencias de inmigración a Cataluña, pactada por el PSOE y Junts, este miércoles han sido cuatro los aliados que han optado por la abstención y han permitido que la mayoría de PP y Vox reprobara a Redondo.
Los dieciséis diputados que suman ERC, Junts, BNG y CC le han dicho al Ejecutivo que no todo vale y han vuelto a poner de manifiesto que cada votación es un reto para el Gobierno de coalición.
Las pulseras han marcado un pleno lleno de exabruptos, en el que ha resonado un «y una mierda» lanzado por una diputada del PP a la ministra de Inclusión, Elma Saiz, cuando ésta reprochaba a populares y a Vox que quisieran migrantes «silenciados», de los que van a trabajar y luego viven ocultos.
El socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que presidía entonces el pleno, le ha llamado al orden y le ha pedido sin éxito que retirar sus palabras. «Que conste en acta que la señora Olivares ha gritado ‘y una mierda'», ha zanjado.
Y junto a las pulseras y la inmigración, los casos de corrupción que salpican al entorno del Gobierno y del presidente. Como una bomba ha caído en los pasillos del Congreso el auto del juez Juan Carlos Peinado proponiendo juzgar con jurado por malversación a la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez.
Los ministros lo han tachado de «surrealista» y los socios del Gobierno, que llevan años denunciado casos de presunto ‘lawfare’, esta vez sí se han alineado con el Ejecutivo, haciendo oídos sordos al llamamiento del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para que le enseñen a Sánchez «el final del camino de una legislatura que no lleva a ninguna parte».
En el Gobierno no niegan que avanzar es complejo, pero la vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero, ha dejado claro que no ceja en su empeño de contar con nuevos presupuestos 2026.
«El año pasado ya se lo dijimos: sin cumplir con Cataluña no habrá presupuestos. Y no hubo presupuestos porque tumbamos su propuesta», le ha recordado el diputado de Junts Josep Maria Cruset.










