El bolsonarismo celebra la probable cita de Trump y Lula como un paso hacia una amnistía

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (c), al final de su intervención en la 80ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, este martes, 23 de septiembre, en la sede de la ONU, en Nueva York (NY, EE.UU). EFE/Sarah Yenesel

Brasilia, 23 sep (EFE).- El bolsonarismo afirmó este martes que los elogios del presidente de EE.UU., Donald Trump, a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la Asamblea General de la ONU y una probable reunión entre ambos solo aumentan «la presión» en favor de los acusados de golpismo en Brasil.

Este martes, Lula pronunció el primero de los discursos de jefes de Estado y de Gobierno en la Asamblea General de Naciones Unidas y lo hizo con duras y diversas referencias a Trump, cuyas políticas condenó por todos los flancos.

Fue fundamentalmente incisivo en la defensa de la democracia de Brasil y del juicio que condujo a la condena a veintisiete años de cárcel al expresidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha declarado culpable de golpismo.

Desde la tribuna de la ONU, Lula condenó de forma velada los aranceles del 50 % a los productos brasileños y las sanciones a magistrados de la Corte Suprema y a funcionarios de su Gobierno, que la Administración Trump impuso en represalia por el proceso judicial en mención.

Pero al tomar la palabra en la Asamblea General, inmediatamente después de Lula, Trump dijo que se había cruzado con el líder brasileño en los pasillos de la ONU, que se abrazaron, surgió una «excelente química» y acordaron reunirse «la semana próxima».

Aún así, el mandatario norteamericano subrayó que Brasil enfrenta aranceles de EE.UU. en respuesta a «la censura, represión, militarización, corrupción judicial y el acoso a críticos», todo en línea con sus objeciones al proceso contra Bolsonaro.

Fuentes oficiales brasileñas han confirmado a EFE la posibilidad de una reunión de Lula con Trump la semana próxima, como sugirió el presidente de Estados Unidos, aunque aclararon que todavía falta acordar algunos detalles.

Por su parte, el diputado Eduardo Bolsonaro -hijo del expresidente condenado, quien está en EE.UU desde marzo pasado y se ufana de «articular» las sanciones impuestas por Trump a Brasil- aseguró en sus redes sociales que una reunión con Lula solo servirá para presionar más al líder progresista.

Según el legislador, acusado de obstrucción a la justicia por promover esas sanciones, Trump hizo «lo que siempre ha practicado: elevó la tensión, aplicó presión y, en seguida, se posicionó aún con más fuerza en una mesa de negociaciones».

Eduardo Bolsonaro recordó que, en la víspera, Estados Unidos anunció nuevas sanciones a Brasil, que esta vez fueron dirigidas a la esposa del magistrado Alexandre de Moraes, relator del proceso contra Jair Bolsonaro, y contra algunos funcionarios del Gobierno de Lula.

El hijo del líder de la ultraderecha brasileña apuntó que, después de eso, Trump «sonríe y se muestra abierto a dialogar en una posición infinitamente más cómoda», y obliga a Lula a «aprovechar esa rara oportunidad» de reunirse con el presidente de Estados Unidos «con la difícil misión de lograr algo positivo».

Según el diputado, ese escenario refuerza la posibilidad de que en Brasil se apruebe una «amnistía amplia, general e irrestricta», que la extrema derecha promueve en el Parlamento en favor de Jair Bolsonaro y otros condenados y acusados de golpismo.

Sin embargo, una posible amnistía de esa amplitud es rechazada no sólo por el Gobierno de Lula, sino también por partidos de centro y de la derecha más moderada, cuyos votos serían fundamentales para su aprobación.

La presión contra un perdón «amplio y general» también llegó desde las calles el pasado domingo, cuando miles de personas de casi todo el espectro político se manifestaron en las mayores ciudades del país unidas por la consigna «sin amnistía».