Madrid, 10 jul (EFE).- El cambio climático «está ahí, va a seguir estando y cada vez más presente», ha advertido la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, pero los seres humanos «tenemos capacidad, tecnología y mecanismos para enfrentarlo», como los refugios climáticos.
Así lo ha asegurado este jueves en la reapertura del refugio climático del Círculo de Bellas Artes (CBA) en Madrid: una iniciativa «más importante que nunca» y una «puerta abierta a la ciudadanía» para afrontar este problema que «nos hace más vulnerables» en «un país como España, donde cada vez se agrava más el problema, cada vez es más frecuente y con más episodios», entre los cuales ha citado las olas de calor, las inundaciones o la contaminación atmosférica.
Aagesen ha llamado la atención sobre las últimas mediciones meteorológicas como las del sistema europeo Copernicus, que confirmó 2024 como el año más cálido, y «los datos de la semana pasada nos dicen que en 2025 vamos por el mismo camino de temperaturas más altas».
Así, la sensación térmica de este mes de junio «ha sido superior a 38 ºC en España, Francia, Italia, los Balcanes…, y especialmente en Lisboa hemos visto una sensación térmica de 48 ºC, lo que es una barbaridad», ha insistido.
También se ha referido a los datos publicados por la Agencia Estatal de Meteorología este jueves que certifican «un aumento de la temperatura media en 3,6 ºC respecto al período de referencia…, hablamos de que no hay precedentes» en los registros anteriores.
Actuar con consenso
Por todo ello, la ministra ha concluido que es necesario «actuar» porque «lo que hagamos ahora tendrá impacto en esta década y en las siguientes» y, en el caso de España, «hay que aprovechar el consenso, fundamental para poner en marcha acciones transformadoras y necesarias» ya que según el Eurobarómetro, el 88 % de la sociedad española cree que este es un problema bastante o muy grave».
Aagesen se ha referido en ese sentido a «la capacidad transformadora» de la cultura y el arte para apoyar la transición ecológica porque «es algo que nos mueve, nos conmueve y nos llena».
El refugio climático del CBA cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, Reale Foundation, Typsa y el Ayuntamiento de Madrid y está ubicado en su salón de baile, donde se podrá visitar hasta el próximo 7 de septiembre de manera libre y gratuita.
Este año «pondrá el foco en conceptos como parar, frenar o detenerse, en defensa de otros ritmos de vida» con objeto de cuestionar «los modelos laborales que premian el agotamiento» y abrir el debate «sobre la desaceleración y los cuidados», defendiendo el tiempo «como espacio vital y no como recurso económico», según fuentes de la propia entidad
El espacio cuenta con plantas, fuentes de agua, rincones de juegos de mesa y un «siestódromo» con hamacas donde leer, relajarse o echar una siesta sin prisas y, además desarrollará diversas actividades paralelas relacionadas con lecturas, textiles o cocina, entre otras.

