Santiago de Chile, 27 jul (EFE).- El ministro de Relaciones Exteriores chileno, Alberto van Klaveren, dijo este domingo que si bien sería «relativamente positivo» que la administración estadounidense de Donald Trump no incremente el 10 % de arancel actual sobre el cobre, su meta es «obtener cero arancel para todos los productos o para productos determinados».
«Nuestra aspiración es que se respete el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, pero también hay que ser realista y hay que ver qué es lo que está sucediendo», señaló el canciller en una entrevista con Televisión Nacional (TVN).
Estados Unidos es el segundo socio comercial de Chile y entre ambos rige un Tratado de Libre Comercio desde hace más de dos décadas. El país austral, que es el mayor productor de cobre del mundo, exportó a Estados Unidos un total de 5.600 millones de dólares de este material en 2024, lo que representa el 11,1 % del total de los envíos, casi en su totalidad cátodos y secciones de cátodos refinados.
Desde los anuncios arancelarios de Trump, la Cancillería chilena ha mantenido varias reuniones con sus homólogos estadounidenses y específicamente con el Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) para abordar este asunto.
A la espera de conocer más detalles sobre los alcances, Van Klaveren, recalcó que todavía no se conoce «ninguna decisión de carácter definitiva» ni «el alcance exacto», de las medidas anunciadas por Trump, que dejó en la incertidumbre las negociaciones con países medianos y pequeños, sobre quienes proyectó un posible arancel de entre el 15 % y el 20 %.
Hasta ahora, el cobre, la principal exportación chilena, estaba exenta de tarifas en el marco de la guerra comercial impulsada por Trump en abril pasado, aunque como el resto del mundo, Chile está afectado por los llamados “aranceles recíprocos” del 10 %, impuestos por la Casa Blanca.
El presidente estadonunidense anunció el 8 de julio un arancel del 50 % al cobre que entrará en vigor el 1 de agosto. La administración Trump había señalado hace meses que estaba preparando aranceles para el cobre, pero ese día no había dado detalles.
El año pasado, Estados Unidos importó casi la mitad del cobre que consumía, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, y la mayoría de esos envíos provinieron de Chile y Canadá.