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El canciller taiwanés finaliza gira europea tras visitar República Checa, Italia y Austria

El ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Lin Chia-lung, en una foto de archivo. EFE/ Juan Pablo Pino

Taipéi, 21 sep (EFE).- El ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Lin Chia-lung, concluyó su gira europea tras visitar República Checa, Italia y Austria, un viaje duramente criticado por Pekín, que se opone a cualquier contacto entre altos cargos taiwaneses y políticos de países con los que China mantiene relaciones diplomáticas.

En un mensaje publicado este domingo en su cuenta oficial de Facebook, Lin señaló que durante su reciente visita a Viena se reunió con varios parlamentarios austríacos, con los que exploró oportunidades de cooperación en materia de seguridad, tecnología, economía, salud y turismo.

«Aunque Taiwán y Austria están geográficamente alejados, ambos enfrentamos el desafío de la expansión autoritaria de China y Rusia, lo que genera una preocupación compartida por temas de seguridad nacional», afirmó el canciller taiwanés, quien también presenció un concierto de música hakka en la capital del país europeo.

En Italia, Lin asistió el miércoles a la inauguración de la renovada oficina de representación de Taipéi en Roma e interactuó con un grupo de legisladores italianos, entre ellos el vicepresidente del Senado Gian Marco Centinaio y el vicepresidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Diputados Paolo Formentini.

El canciller isleño dialogó a su vez con varios parlamentarios checos en Praga, la primera de sus paradas en Europa, donde visitó una exposición de obras imperiales chinas en el Museo Nacional de la ciudad.

El único Estado europeo que mantiene lazos oficiales con Taipéi es la Ciudad del Vaticano, pero muchos países de Europa Central y del Este han estrechado sus vínculos con la isla en los últimos años, especialmente a raíz de la invasión rusa a Ucrania.

Críticas de China al viaje de Lin

El viernes de la semana pasada, justo al inicio del viaje de Lin, el Gobierno chino instó a los países europeos a «adherirse al ‘principio de una sola China’ y adoptar medidas efectivas para impedir que los separatistas que buscan la independencia de Taiwán realicen visitas».

El portavoz de la Cancillería china Lin Jian subrayó ese día que «Taiwán es una parte inalienable del territorio chino» y que Pekín «se opone firmemente a cualquier forma de intercambio oficial» entre países que mantienen relaciones diplomáticas con China y dirigentes taiwaneses.

Las autoridades chinas no han descartado el uso de la fuerza para concretar la «reunificación» de la isla y el continente, uno de los objetivos a largo plazo trazados por el presidente chino, Xi Jinping, tras su llegada al poder en 2012.

El Gobierno de Taiwán, liderado por el Partido Democrático Progresista, una formación de tendencia soberanista, desde 2016, defiende que la isla ya es de facto un país independiente y sostiene que su futuro sólo puede ser decidido por sus 23 millones de habitantes.