El Centro de Supercomputación crea un instituto para transferir los avances de la IA

El nuevo director asociado del Barcelona Supercomputing Center (BSC), Cristian Canton, ha anunciado en una entrevista con EFE la creación del AI Institute, con la finalidad de que haya una base común que permita transferir los avances logrados con la Inteligencia Artificial (IA) entre las diversas ramas de la ciencia. EFE/Alejandro Garcia

Barcelona, 23 jun (EFE).- El nuevo director asociado del Barcelona Supercomputing Center (BSC), Cristian Canton, ha anunciado la creación del AI Institute, con la finalidad de que haya una base común que permita transferir los avances logrados con la Inteligencia Artificial (IA) entre las diversas ramas de la ciencia.

En una entrevista con EFE, el nuevo director asociado del BSC ha explicado que la creación de este instituto, que será dirigido por el informático Ricardo Baeza-Yates, es uno de los objetivos que se ha marcado con vistas a conseguir que «el BSC sea un centro de IA de referencia mundial aplicada a la ciencia».

Cristian Canton, que asumió el cargo de director asociado del BSC a principios de este mes, se doctoró en informática en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) pero llevaba más de ocho años trabajando en EE.UU., desde donde lideraba la investigación en IA en Meta, que es la compañía propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp.

Una base común transversal para transferir los avances

El nuevo director asociado del Barcelona Supercomputing Center (BSC), Cristian Canton, ha anunciado en una entrevista con EFE la creación del AI Institute, con la finalidad de que haya una base común que permita transferir los avances logrados con la Inteligencia Artificial (IA) entre las diversas ramas de la ciencia. EFE/Alejandro Garcia

Según explica este investigador, el AI Institute es un instrumento creado por el BSC para que haya una base común transversal que permita transferir los avances conseguidos con la IA entre las diversas ramas científicas en las que se trabaja en el centro.

Las cuatro ramas científicas que concentran la actividad del BSC son: Ciencias de la Vida, Ciencias de la Tierra, Ciencias de la Computación e Ingeniería.

«Por ejemplo, -indica Canton- tenemos la IA generativa, que utiliza los grandes modelos de lenguaje y que se puede utilizar para usos conversacionales, que es lo más clásico, pero también se puede emplear para predecir el clima o para la secuenciación genómica».

La IA responsable

El nuevo director asociado del Barcelona Supercomputing Center (BSC), Cristian Canton, ha anunciado en una entrevista con EFE la creación del AI Institute, con la finalidad de que haya una base común que permita transferir los avances logrados con la Inteligencia Artificial (IA) entre las diversas ramas de la ciencia. EFE/Alejandro Garcia

Como experto que es en combatir la desinformación y las noticias falsas, Cristian Canton alerta que, «con la llegada de las IA generativas lo que estamos viendo es que aumenta una IA que puede engañar a nuestros sentidos».

«Hay varias formas de atajar este problema -explica-, por ejemplo a través de la creación de huellas digitales encriptadas dentro del propio contenido, que nos permita discernir si una determinada información es original o ha sido manipulada».

También «podemos utilizar herramientas para detectar la veracidad, y finalmente, la parte más importante es la educación, porque hemos llegado a un punto en que es difícil creer en todo lo que vemos».

En este contexto, «tenemos que educar el sentido crítico de la población y que aprenda a dudar de aquello que ve o escucha, sobre todo cuando procede de fuentes que no son verificables».

Según el nuevo director asociado del BSC, hacer una IA responsable pasa por prever que pueda suministrar contenidos positivos e interesantes, pero cuando creas un algoritmo tu responsabilidad como ingeniero es prevenir los usos indebidos de la información».

El MareNostrum 5 y el primer supercomputador cuántico

El BSC alberga actualmente supercomputadoras muy potentes, como la MareNostrum 5 o el primer supercomputador cuántico creado con tecnología 100 % europea, el MareNostrum-Ona, que aún está en fase de experimentación para poder trabajar después en proyectos específicos.

En este centro, ubicado en la zona universitaria de Barcelona en un espacio en el que aún se conserva una antigua capilla, trabajan actualmente más de 1.200 personas, repartidas en el desarrollo de procesos de las cuatro ramas científicas y tecnológicas y en 72 grupos de investigación diferentes.

La importancia creciente que adquiere la IA en el trabajo del BSC se puede ver en el espacio físico que ya ocupa y en el proyectado, porque la antigua capilla alberga ahora mismo el supercomputador cuántico y el resto de la superficie útil se está habilitando para ubicar nuevas computadoras dedicadas a la IA.

Diseñar los chips para adquirir soberanía tecnológica

Según Cristian Canton, todas estas supercomputadoras utilizan los chips más avanzados que hay en el mundo, pero el BSC encara el reto de ser capaz de diseñar los futuros chips que tiene que utilizar, aunque luego se manufacturen en países preparados para producirlos.

Esto significa pensar en términos de «soberanía tecnológica» y tener una estrategia para procurarla, apunta este mismo investigador, para quien resulta fundamental «no tener que depender» de otros países para diseñar los chips necesarios para la supercomputación y la IA.

El BSC «tiene talento para el diseño de sistemas» y puede y debe «contribuir a conseguir la soberanía tecnológica», recalca Canton, que pone como ejemplo Open Chip, una empresa emergente salida de su centro que puede conseguir avances en esta materia.

Junto a Open Chip hay otras trece ‘startups,’ o «spin-offs», que ya han sido originadas desde el BSC: ELEM Biotech, Energy Aware Solutions (EAS), Frontwave Imaging, Maspa Technologies, Mitiga Solutions, Nearby Computing, Nextmol, Nostrum BioDiscovery, Qbeast, Qilimanjaro, Talptech, Galtea y One Care AI.