Carmen Martín
Madrid, 23 jun (EFE). Versátil y atractivo, el chaleco se ha convertido en el comodín estilístico de la nueva temporada en la que cobran protagonismo los modelos con dibujos étnicos y abalorios inspirados en la cultura de Pakistán, así como los diseños de aire masculino con cuatro botones.
«Es difícil escapar a esta moda, está por todas partes, en todos los las tiendas y escaparates», dice a EFE Marta, estudiante de Diseño y Gestión de Moda de la Universidad Rey Juan Carlos quien prefiere los modelos coloristas.
Es una tendencia que pisa con fuerza, «fascina porque es muy fácil de llevar y combina con todo», añade la universitaria que considera que es una prenda con autoridad para levantar cualquier estilismo, «además exhala buen rollo, alegría».
En esa línea, la firma H&M Studio o Zara proponen modelos de contrastes armonioso haciendo énfasis en la artesanía, pieza que se puede combinar con vestidos vaporosos de verano, caftanes y prendas de punto siluetas atrevidas, así como con diseños minimalistas o camisas y pantalones vaqueros.
El origen del chaleco se remonta a la Edad Media y su función principal era proteger. Los caballeros, debajo de las armaduras, mientras que los campesinos para combatir el frío.
Posteriormente, tras ser visto en la corte persa de Shah Abba, el rey Carlos II de Inglaterra lo incluyó en su vestuario después de la restauración de la monarquía británica en 1660.
Con la llegada del dandismo en el siglo XIX, representado por George Brummel, se optó por la sobriedad y el chaleco se lucía corto y con los botones superiores desabrochados para mostrar el adorno de la camisa. Era una prenda útil para cubrir los tirantes y colocar el reloj de bolsillo.
Las mujeres adoptaron el chaleco a principios del siglo XX y lo llevaron con faldas y blusas, pero su uso de popularizo en los años 60, después de que el diseñador francés lo presentara en la pasarela.
«El chaleco de aire masculino de cuatro botones, en la mujer, resulta femenino y elegante tanto para llevar con falda como con traje pantalón o únicamente con unos ‘shorts'», explica el diseñador Hannibal Laguna, que ha incluido esta prenda en su nueva línea de ‘prêt-à-porter’.
En la actualidad, el chaleco no distingue género, es una pieza ornamental y se puede encontrar en modelos clásicos de sastrería, en modelos de inspiración romántica con estampado ‘liberty’ y hasta en propuestas más artesanales de ganchillo.
«Gracias a su versatilidad y comodidad, es una de las prendas más demandadas del momento», señala el consultor de moda y socio de Creare&Comunicación Adolfo de la LLave, quien destaca las creaciones de la firma Martín Alcalde «por su cortes precisos y paleta luminosa».
Entre la oferta del mercado también son favoritos los que tienen una marcado espíritu bohemio, que resultan ideales para estilismo informales, alegres y con vistosos estampados y bordados.
«El chaleco es una prenda que permite fusión y libertad estilística», concluye de Llave, quien hace hincapié en las propuestas que combinan modernidad con artesanía y tradición cultural.
