El ciclón Erick no deja víctimas en el sur de México pero revive traumas de Otis y John

Fotografía del oleaje ante la llegada del huracán 'Erick' este jueves, en Acapulco (México). EFE/ David Guzmán

Acapulco (México), 19 jun (EFE).- El ciclón Erick, el primero de la temporada 2025 en el Pacífico mexicano, tocó tierra este jueves como huracán categoría 3 y se degradó a tormenta tropical tras su paso por el estado de Guerrero, en el sur de México, dejando afectaciones materiales pero sin registrar pérdidas humanas.

Integrantes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) hacen recorridos en vehiculos previo a la llegada del huracán Erick este jueves, en Acapulco (México). EFE/ David Guzmán

El fenómeno meteorológico provocó intensas lluvias, vientos fuertes y cortes eléctricos en varias zonas de Acapulco, uno de los principales destinos turísticos del país, donde la población se preparó con anticipación para minimizar daños.

Una persona observa el mar en la playa antes de la llegada del huracán Erick este jueves, en Acapulco (México). EFE/ David Guzmán

El recuerdo de los potentes huracanes Otis (2023) y John (2024), que dejaron entre los dos casi un centenar de fallecidos en la zona, movilizó a habitantes y empresarios a tomar medidas preventivas desde días antes de la llegada de Erick.

“Ante tanta cercanía o frecuencia que hay de estos fenómenos meteorológicos que lamentablemente nos vienen pegando, estamos tratando de sobrevivir con los recursos que tenemos y tratar de mantener una recuperación (económica)”, señaló a EFE el hotelero del balneario de Acapulco Jorge Laurel.

Los comerciantes reforzaron ventanas, aseguraron mercancías y resguardaron equipo de trabajo, temiendo repetir las pérdidas sufridas en 2023 y 2024.

Aunque Erick no golpeó con la intensidad pronosticada, el temor no fue menor, especialmente entre quienes aún no se recuperan de los impactos anteriores.

En recuperación desde 2023

En la zona urbana de Acapulco, Alani Monserrat Zúñiga compartió la ansiedad vivida ante la llegada del ciclón, ya que tras los daños sufridos en su vivienda por Otis y John ha tenido que invertir frecuentemente en reparaciones a pesar de las dificultades económicas.

Añadió que el patrimonio de su familia se vería afectado con el impacto de otro huracán, lo que, dijo, “sería como un efecto dominó” y una situación que calificó de “preocupante”, debido a los ya menguados ingresos reducidos por la escasez de empleo.

En el sector empresarial, persiste la fragilidad. Así lo indicó Jorge Laurel, al exponer que la recuperación ha sido posible en parte gracias a la adquisición de deudas, apoyos del gobierno federal y los ingresos limitados.

“Estamos tratando de sobrevivir con los recursos que tenemos y tratar de mantener una recuperación tanto del destino turístico, que es un destino netamente que recibe visitantes cada fin de semana”, afirmó Laurel.

El turismo, principal motor económico de Acapulco, se ha visto seriamente afectado por la repetición de estos fenómenos naturales, por lo que muchos negocios aún operan con recursos mínimos o bajo esquemas de crédito que dificultan su estabilidad a largo plazo.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó que el ciclón Erick no causó muertes, aunque sí afectaciones materiales en viviendas, caminos y líneas eléctricas, a la vez que subrayó que personal de Protección Civil y de las Fuerzas Armadas se desplegó de manera preventiva para auxiliar a la población y reparar daños.

El último reporte de la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que 123.757 usuarios resultaron afectados, al tiempo que reportó una recuperación del servicio en las zonas afectadas del sur de México en un 26 %.

Erick no fue el más devastador, pero su presencia activó las alarmas en una población que no ha logrado cerrar el ciclo de los desastres anteriores.

El recuerdo de Otis, que impactó como categoría 5 en octubre de 2023, y de John, que azotó la costa sur en 2024, sigue presente en la vida cotidiana de miles de familias.

La temporada de ciclones tropicales 2025 podría registrar hasta 37 sistemas con nombre en los océanos Atlántico y Pacífico, de los cuales al menos cinco podrían impactar territorio mexicano, según las previsiones del SMN.