El cineasta Manu Trillo estrena su documental sobre los últimos vaqueros de Doñana

El director del documental aprendió a cabalgar para acompañar a los ganaderos en sus actividades. Crédito: Julio Vergne

Madrid, 24 jul (EFE).- Doñana «se va a salvar siempre» asegura en entrevista con EFE el biólogo y cineasta Manu Trillo que este jueves estrena ‘La marisma’: un documental que describe la historia de los últimos vaqueros de este parque nacional en lucha contra la destrucción de su entorno natural.

La película, que se estrena a través de la plataforma CaixaForum+ tras su paso por el Festival de Málaga, relata la evolución de Doñana a través de nueve años de trabajo cinematográfico en los que Trillo aprendió entre otras cosas a cabalgar para recorrer la marisma y acompañar a los pocos ganaderos que quedan en la zona, en las localidades de Hinojos y Almonte.

El director sevillano ha explicado que la idea del documental surgió a partir de su interés por la transformación del Bajo Guadalquivir que «se enfrenta hoy a desafíos que amenazan tanto a su preservación como a sus ancestrales tradiciones», por lo que quiso rodar «un canto a la resistencia de una comunidad aferrada a su identidad en un mundo en constante cambio».

En blanco y negro

Trillo ha precisado que filmó en blanco y negro con un objetivo de 35 milímetros «para reforzar la estética clásica» y porque esta técnica le permitió «divagar, viajar y navegar por el tiempo» combinando grabaciones de hace más de cincuenta años con las imágenes actuales y «jugando así con el espacio temporal que da el cine».

Con una mirada puesta en «lo antropológico» además de en el ecosistema, los 85 minutos del largometraje muestran las secuelas del paso del tiempo y el cambio climático en los personajes protagonistas, como Pepe Herrera, el último representante de los guardas, al que se ve cabalgando por la marisma llena de agua a finales de los años 60 y luego caminando por el suelo seco en el mismo sitio medio siglo después.

Pese al deterioro ecológico, el cineasta cree que Doñana se recompondrá porque «en los años 80 y 90 fue punta de lanza con el tema del desarrollo sostenible y ahora se convertirá igualmente en ejemplo de la renaturalización del espacio».

La importancia del Rocío

Uno de los puntos fuertes de la película es la descripción de la «íntima relación» de los vaqueros con la Virgen del Rocío igual que con el entorno natural, algo que «descubrí en mis recurrentes visitas a la Estación Biológica de Doñana, donde trabajé como voluntario en anillamientos».

 Para estudiarla, construyó una relación personal y cercana con los protagonistas del documental que le permitió formar parte de sus actividades diarias en la ganadería y «lograr tomas que nunca se han grabado hasta la fecha» durante la Romería del Rocío, en Huelva.

«Mi objetivo es que el documental genere una inmersión total en esa cultura, además de en los paisajes», para difundir un patrimonio natural y cultural «que es totalmente único en Europa occidental», ya que en su opinión la Virgen del Rocío es «la madre Naturaleza a la que se venera desde hace más de 10.000 años al sur de Andalucía».

La marisma te da…

Doñana «es un sitio con una dureza bestial», que se ha visto afectado por actividades extractivistas, «en especial la sobreexplotación acuífera para el turismo y el cultivo de frutos rojos», lo que sumado al incremento de temperaturas y salinidad la ha reducido a una quinta parte del tamaño original que permanece «seis meses inundada y seis meses con tierra cuarteada».

Los vaqueros repiten en la película la frase «la marisma te da y la marisma te quita» para resumir la alternancia entre las épocas de bonanza y sequía en un territorio que acusa además «una pérdida de memoria a lo largo del tiempo, considerando que la memoria en el mundo rural la atesoran las mujeres».

La marisma fue rodada en blanco y negro con un objetivo 35. Crédito Manu Trillo.