El comisario europeo de Energía: «Necesitamos importar más gas desde Estados Unidos»

El comisario europeo de Energía, Dan Jorgensen, hace declaraciones a la prensa tras reunirse con el secretario de Estado de Energía de EE.UU., Chris Wright, este jueves. EFE/Pablo Garrigós

Bruselas, 11 sep (EFE).- El comisario europeo de Energía, Dan Jørgensen, trasladó hoy al secretario de Estado de Energía de EE.UU., Chris Wright, la intención de la UE de acelerar el fin de las importaciones de gas ruso, prevista para antes de 2028, y comprar más volumen de ese hidrocarburo en Estados Unidos.

«Necesitamos importar más gas desde Estados Unidos. Así que me complace mucho que la administración estadounidense también apoye esto», dijo Jørgensen tras recibir en Bruselas al responsable de Energía de la Administración de Donald Trump.

Aumentar las compras de energía de la UE en EE.UU. hasta los 750.000 millones de dólares en los próximos tres años fue uno de los compromisos suscritos por Von der Leyen en el pacto comercial que alcanzó con Trump el pasado julio, y que supone que las importaciones europeas en Estados Unidos paguen un arancel del 15 %.

Jørgensen agregó que EE. UU. dispondrá de suficiente gas natural licuado para incrementar el abastecimiento a la UE porque «está ampliando su producción de GNL con el objetivo de aumentar las exportaciones en los próximos años e incluso meses».

Según el comisario, la cifra suma lo que la UE ya importa y lo que necesitará cuando aplique la normativa que la Comisión Europea presentó el pasado junio para acabar progresivamente con todos los contratos gasísticos de Rusia, que incluye obligar a los importadores a romper sus contratos a largo plazo por fuerza mayor antes de 2028, propuesta que debe aún ser aprobada por el Consejo y por el Parlamento Europeo.

«Este es un plan muy ambicioso y sin duda se sentirá en Moscú. Y lo hacemos así de ambicioso porque queremos decirle a Rusia: basta. Pero está claro que también tenemos una responsabilidad con nuestros Estados miembros: garantizarles el suministro. Estoy convencido de que podemos hacerlo, incluso con este calendario tan ambicioso», añadió.

Esa hoja de ruta ofrece cierta flexibilidad a Eslovaquia y Hungría, reacias a romper lazos energéticos con Moscú, pero Budapest y Bratislava en principio no podrían vetar el plan, pues sólo precisa del respaldo de una mayoría cualificada entre los Veintisiete, y no por unanimidad.

Desde la invasión rusa en Ucrania, la UE ha ido reduciendo su dependencia en el gas ruso, pasando del 45 % al 19 % del total de sus importaciones al cierre de 2024, gracias al aumento de las compras a EE.UU., Noruega y Catar, a las renovables y a la caída del consumo, tendencias que Bruselas cree que prevalecerán.

Jørgensen añadió que también trató con Wright de la posibilidad de «trabajar más estrechamente en energía nuclear» y, en particular, en el área de los pequeños reactores nucleares, tecnología en desarrollo en ambas jurisdicciones.

Washington y Bruselas establecerán una colaboración técnica en estos temas y organizarán eventos y encuentros empresariales, ya que son las compañías y no los Estados las que producen, transportan, venden y compran gas.

El socialdemócrata danés añadió que Washington también está de acuerdo «en que debemos ejercer más presión sobre Rusia» y en que Washington y Bruselas deben «ayudar a Ucrania también en la difícil situación energética en la que se encuentra».

«En general, diré que, aunque ciertamente no coincidimos en todo, por ejemplo -creo que no es ningún secreto- no compartimos la misma visión sobre el papel de las renovables, sí tenemos muchas cosas en común y muchas áreas donde podemos colaborar y donde es de interés europeo que lo hagamos», dijo Jørgensen.

El comisario aseguró que no habló con Wright de sanciones, pues no entra en sus competencias, pero sí «de cómo podemos presionar a Rusia impidiendo que gane dinero vendiéndonos energía y de cómo podemos trabajar juntos para garantizar que Ucrania tiene el suministro energético que necesita».