Ciudad de Panamá, 1 jul (EFE).- El ministro de Ambiente de Panamá, Juan Carlos Navarro, dijo este martes que ya ha comenzado a exportarse el concentrado de cobre almacenado en una gran mina a cielo abierto, operada por la canadiense First Quantum Minerals e inhabilitada desde noviembre de 2023 por orden judicial.
«El concentrado de cobre de la mina se está trasladando desde la mina, tal como lo indica el plan de manejo seguro y como es lo mejor para Panamá, pues ese concentrado es altamente tóxico, y lo que queremos todos los panameños es sacarlo del país», dijo Navarro a los periodistas.
El titular del Ministerio de Ambiente no ofreció información sobre los mercados de destino del concentrado de cobre, pues su despacho solo se encarga «de la parte ambiental».
El presidente panameño, José Raúl Mulino, informó en marzo pasado que había autorizado la exportación del concentrado de cobre que quedó en la mina, unas 120.000 toneladas en total, así como la importación de carbón desde Medellín, Colombia, para reactivar una planta termoeléctrica de 300 megavatios e incorporar su producción al Centro Nacional de Despacho que abastece al país de energía.
El pasado 30 de mayo, el titular del Ministerio de Comercio e Industrias, Julio Moltó, ordenó a Minera Panamá, la filial de First Quantum que opera la mina Cobre Panamá, ejecutar a partir de ese día el plan de preservación y gestión segura del yacimiento.
Ese mismo día, la minera de capital canadiense informó que la implementación integral de las actividades de preservación y gestión segura, así como las medidas ambientales asociadas, «se financiarán mediante la exportación de 121.000 toneladas métricas secas de concentrado de cobre, actualmente almacenadas en el sitio».
El plan de preservación fue elaborado por la empresa Minera Panamá y entregado al entonces gobierno de Laurentino Cortizo (2019-2024) en enero de 2024, dos meses después de que la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional el contrato de concesión de la mina Cobre Panamá, una inversión de alrededor de 10.000 millones de dólares según los datos oficiales.
El plan, que se ha actualizado con las recomendaciones de técnicos especializados, «lo ejecuta la empresa minera y lo paga la empresa minera», dijo Moltó el 30 de mayo, sin más precisiones.
La mina Cobre Panamá, de cerca de 13.000 hectáreas, era la única explotación de este mineral en el país centroamericano. Cuenta con 3.000 millones de toneladas de reservas probadas y probables y una capacidad de producir más de 300.000 toneladas de cobre al año junto con oro, plata y molibdeno, según datos de la empresa.
El presidente Mulino (2024-2029) ha dicho que aspira a una «asociación real» con la minera canadiense como vía para una eventual resurrección del proyecto, que representaba casi el 5 % del producto interno bruto (PIB), y generaba cerca de 7.000 empleos directos y más de 30.000 indirectos.
En este contexto, los ambientalistas y sectores civiles organizados insisten en que la mina es perjudicial y debe seguir cerrada, mientras que los extrabajadores del enclave y sectores económicos claman por su pronta reactivación.
La minera canadiense ha suspendido arbitrajes millonarios contra el Estado panameño, como ha pedido Mulino para comenzar conversaciones sobre el futuro de la mina.