Lima, 12 jun (EFE).- El pleno del Congreso peruano otorgó este jueves el voto de confianza al gabinete presidido por Eduardo Arana, tras la presentación de su plan de gobierno, tal como se estila en los 30 días siguientes a la asunción de un nuevo Consejo de Ministros.
El pleno aprobó la confianza al gabinete de Arana por 62 votos a favor, 30 en contra y 10 abstenciones, al cabo de una jornada en la que el primer ministro expuso varios aspectos del plan de gobierno, centrado principalmente en el combate a la criminalidad y la recuperación de las inversiones y la economía.
Tras la decisión del Congreso, Arana dijo a la prensa que el Ejecutivo va a demostrar que «este es un gabinete comprometido con el cambio».
«Agradezco al Congreso de la República, tanto a los que votaron a favor, como a los que no votaron a favor, a todos nuestro compromiso y nuestra palabra de que vamos a hacer el máximo esfuerzo por hacer nuestro trabajo bien, sin corrupción», expresó el primer ministro acompañado por los integrantes del gabinete.
Al abrir su presentación ante el pleno, Arana dijo acudir «con la responsabilidad que exige mi función y con la claridad que demanda el momento que vivimos».
El ministro detalló «los pilares» de su gestión que, según dijo, «se realiza en un momento crucial» para su país, ante la ola de criminalidad, que se ha incrementado en los últimos meses.
Entre sus principales anuncios, el primer ministro planteó la creación de una comisión especial que se encargue de evaluar la continuidad de Perú en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Arana señaló que esta petición la hace el Ejecutivo «consciente de que la permanencia de Perú en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos es un aspecto de sumo interés para el Congreso de la República y la ciudadanía en general».
El planteamiento se conoció mientras el país sufre un embate de la criminalidad, que ha llevado a la presidenta peruana, Dina Boluarte, a plantear la aplicación de la pena de muerte, mientras que el Congreso debate una amnistía para militares y policías con denuncias, juicios o sentencias por delitos cometidos durante el conflicto interno que asoló al país andino entre 1980 y 2000.
Arana juró como primer ministro el pasado 14 de mayo, un día después de que Gustavo Adrianzén renunciara, poco antes de que el pleno del Congreso debatiera cuatro mociones de censura que se habían presentado en su contra acusándolo de «incapacidad» para resolver el incremento de la violencia y la inseguridad ciudadana en el país.