Madrid, 23 sep (EFE).- El Congreso ha dado el paso de colgar el primer retrato de una mujer, el de Clara Campoamor, en el Vestíbulo de la Reina y colgará en la Cámara los de todas las diputadas de la II República, y «no aceptará nunca más que se siga invisibilizando el relevante papel de las mujeres en la historia».

«Hoy hacemos justicia porque la igualdad también era esto», ha dicho la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, antes de descubrir el tondo (retrato circular) de Clara Campoamor que lucirá en el Vestíbulo de la Reina junto a los de otros políticos, la mayoría del siglo XIX, aparte de Manuel Azaña, presidente de la II República, y Adolfo Suárez.

Durante el acto, al que han asistido varios ministros y portavoces parlamentarios, las actrices Teresa Soria y Celia Medrano han interpretado un fragmento de la obra ‘Victoria viene’ en la que Victoria Kent y Clara Campoamor defienden el derecho al voto femenino pero se enfrentan por la oportunidad de aplazarlo o hacerlo ya.
Fue en la sesión del Congreso del 1 de octubre de 1931, en la que se aprobó el voto de la mujer, y en la que Kent, del Partido Republicano Radical Socialista, apostó por aplazar el voto femenino porque, según argumentó, la mujer «necesitaba un tiempo de convivencia con la República para encariñarse con ella».
Campoamor, que se afilió al Partido radical, urgió, por el contrario, a aprobar el sufragio femenino porque sería «un profundo error» dejarlas al margen.
Eran las dos únicas mujeres diputadas en aquel debate porque Margarita Nelken -la tercera- no recogió su acta hasta el 18 de noviembre de 1931.
Con el recuerdo de aquel debate, 92 años después, Armengol ha dado la bienvenida a Clara Campoamor a este lugar de reconocimiento «que es tan tuyo», citando a continuación los nombres de otras mujeres que hicieron historia después en el Congreso.
La presidenta de la Cámara Baja ha celebrado el camino recorrido y que más mujeres hayan franqueado «esa puerta dorada», la que abre el Congreso, a la que también hizo mención Campoamor en un escrito, pero subrayando que todavía las mujeres son invisibilizadas en la historia.
No obstante, ha dicho que el Congreso hoy «se parece un poco más a aquel futuro que imaginaron las sufragistas».
Aquella lucha por el derecho a votar culminó en las elecciones generales del 19 de noviembre de 1933.